De vez en cuando y sin previo aviso surgen propuestas cinematográficas inimaginables dentro del infinito mundillo de la serie B más rumbosa y trash. Pasajero oculto (Shadow in the Cloud) de Roseanne Liang, disponible en Filmin desde ya, ha aparecido en uno de esos raros instantes donde los astros se alinean para acabar ocupando un destacado lugar en la lista de películas inesperadas, absurdas, inconcebibles y, sin dudarlo, fabulosas de este extraño 2021.

Junto con Max Landis, personaje controvertido, co-guionista del film e hijísimo, la Liang nos traslada a un momento intermedio de la Segunda Guerra Mundial. La oficial de vuelo Maude Garret (Chloë Grace Moretz se hace mayor) se cuela de sopetón en un bombardero B-17 que hará un vuelo entre Nueva Zelanda y Samoa. Como únicos compañeros de viaje la Garret lleva un brazo en cabestrillo, una extraña maleta, y documentos del alto mando que justifican ser la inesperada y no deseada tripulante de una nave donde la testosterona rebosa. Y hasta aquí lo que podríamos asumir como realista en una cinta bélica al uso. Fin. Motores encendidos, arranca el vuelo y el dúo Landis / Liang nos introducen de pleno en una guerra de sexos / egos, combates aéreos sobre el pacífico y una sesión de pulp puro y bueno, una historia monstruosa, simplemente inexplicable y donde hay espacio para todo… pero todo, todo. La tensión se construye de forma hiperbólica en el minúsculo espacio ocupado por la Moretz y las razones de su viaje, ya que dos tercios del film tiene lugar en el puesto del artillero de la torreta bola (así se llama aparentemente la ametralladora de la panza del avión).

Es complicado seguir hablando sin entrar en el terreno del spoiler y más cuando Pasajero oculto disfruta con su múltiple McGuffin. La película explota su verdadero poderío tan pronto como hace entrada en el terreno de lo improbable, con secuencias de acción imposibles de admitir si uno no opta por ya no dar un salto de fe, si no por tirarse en plancha abrazando la incredulidad en pos de pasárselo bien de principio a fin. Pasajero oculto es además una nueva historia del mejor Rod Serling, no en vano sangre Landis fluye por su guión y era de esperar que el hijo en algún momento de su vida homenajeara a los inicios de su padre. Para rematar indicar que la propuesta de Landis / Liang es también una historia de furia feminista contra un grupo de hombretones empapados en grasa (el más conocido es el secundario Callan Mulvey), acomodados en una era donde la mujer, ya fuera en barcos o aviones, era mal augurio siempre.

En fin, Pasajero oculto, acertado título aunque menos misterioso si comparamos con ese extraño Shadow in the Cloud, es esa primera joyita pulp pergeñada bajo el sello de la serie B más trash e imaginable. A reivindicar ya.

Venga, cartel molon de Pasajero oculto...
Venga, cartel molon de Pasajero oculto…

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