Ya avanza agosto y es momento de echar un vistazo a… Junio, que no Julio (lo sé, pero me gusta eso de ir con unas cuantas semanas de retraso). Nos adentrábamos en los meses de verano y con ellos llegaron las grandes producciones de los todopoderosos estudios. Es época de blockbuster que, sin embargo, están haciendo sudar la gota gorda a Hollywood por las malas cifras cosechadas y los fracasos económicos que durante 2023 pondrán la duda sobre la habitual rentabilidad del cine.

Spider-Man: Cruzando el multiverso (Spider-Man: Across the Spider-Verse) de Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson. Increíble… simplemente increíble. De principio a fin, desde la deslumbrante presentación en el universo Gwen hasta el mismísimo no-final. Porque sí, Spider-Man: Cruzando el multiverso está inacabada y tristemente tendremos que esperar al final de esta gran obra maestra. En términos visuales se encuentra en un lugar donde nadie va nunca, una combinación de estilos pictóricos, una referencia que confirma el lugar perfecto que Sony ha encontrado con este gran personaje. Maravilloso.

Póster de Spider-Man: Cruzando el multiverso
Póster de Spider-Man: Cruzando el multiverso

El exorcista del Papa (The Pope’s Exorcist) de Julius Avery. Del director de la genial Overlord tenemos aquí una curiosa película sobre el exorcista más prolífico del Vaticano. Diré que es una película bien hecha, que no aburre, repleta de clichés del género y sin demasiados momentos de miedo… sin embargo es correcta y entretendrá, eso sin dudarlo. Merece el tiempo que lleva verla, y en un momento sin tantas películas de terror con grandes arranques en ellas, esta es una que cuenta además con un Russell Crowe convincente, y gordo, recorriendo media España en Vespa.

The Covenant (Guy Ritchie’s The Covenant) de… sí, Guy Ritchie. En las antípodas del cine de Ritchie, The Covenant es una película atrevida, bien trabajada, llena de grandes secuencias de combate bélico y con un Jake Gyllenhaal que, como siempre, está perfecto. Una historia de amistad y remordimientos. Directa y sobresaliente. Buen cine de acción.

Transformers: El despertar de las bestias (Transformers: Rise of the Beasts) de Steven Caple Jr. Divertida por momentos, pero un poco aburrida por otros, llena de saltos de fe que hacen que la historia llegue a lugares inimaginables e imposibles. Visualmente cumple sobradamente y a alto nivel, en la línea de sus predecesoras, pero los agujeros en la trama, aun teniendo en cuenta que se trata de una película de ciencia ficción, dan lugar a algunos WTF que restan "credibilidad" narrativa a lo que sucede. Hay algunos chistes geniales, uno relacionado con Mark Walbergh bastante simpático, y la escena final… abre un universo compartido muy interesante y que hemos visto ya en cómic. Esperando que el siguiente encuentro nos de lo que leemos en los cómics, y se dejen de lado ciertos elementos que acaban provocando cierto sonrojo.

The Flash de Andy Muschietti. Quizás uno de los mejores fanservice que se han hecho jamás. Divertida, llena de acción y con varias presencias que harán mear a los fans de DC. Sin embargo, una vez más Flash comparte aventura con otros personajes (muchos icónicos), y la película es más un crossover que una película para el personaje titular. El problema, la película llega demasiado tarde, en un momento en el que ya se ha decidido reiniciar de nuevo las películas de DC y donde las hijas del Snyderverse están avocadas a la total desaparición y castigo ejemplar… en fin, una buena y entretenida película que gracias a presencias hace que los más veteranos pensemos eso de "gracias por recuperarlo".

Póster de The Flash
Póster de The Flash

Indiana Jones y el dial del destino (Indiana Jones and the Dial of Destiny) de James Mangold. El mejor Indi desde los tres grandes clásicos, llena nuevamente de buen fanservice, acción, aventura, y repleta de momentos desgarradores donde te das cuenta de que han pasado 34 años desde la obra maestra La Última Cruzada, que obviamente apunta ahora a la despedida de verdad. El objeto mágico común que funciona como McGuffin toda la película hasta el final está presente y vinculado a la némesis necesaria para el Dr. Jones, los añorados nazis. Perfecta como despedida de un personaje icónico.

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