Poco a poco estamos retomando la vieja tradición de acudir al cine todos los viernes. Me alegra recuperar los viejos hábitos, sobre todo cuando uno tiene la oportunidad de ver una película como Apocalypto (2006). Mel Gibson está cada día más raro pero, desde que dejó el mundo de la actuación y se encaramó a una carrera orientada casi en exclusividad a la dirección, no hace más que subir enteros y mejorar. Apocalypto es sin lugar a dudas una gran película, una de las mejores del pasado año.

Apocalypto (fotograma 1)

Nuevamente se demuestra que una historia sencilla, sin rarezas, perfectamente llevada, y trabajada en un idioma completamente desconocido, es un perfecto vehículo de entretenimiento. El planteamiento no tiene nada raro pese a todo el revuelo que se ha montado, tanta polémica por un film libre que puede que sea discutible en lo tocante a la época histórica en la que se coloca, pero que no creo que lleve la intención de darnos una lección de rigurosidad. Cuenta lo que cuenta y fuera… dejemos las discusiones de lado.

Apocalypto (fotograma 2)

Un pequeño grupo de nativos que vive en una apartada zona de la selva se ve sorprendido por una unidad de cazadores de esclavos. A partir de este punto, y tras una escaramuza donde hay muertes por los dos bandos, asistimos al periplo de sufrimiento, comedida vejación y horror de nuestro protagonista, un viaje hacia el sacrificio y la veneración extrema. Violenta y desagradable en su justa medida, pero sin escatimar en el detalle de cómo eran de verdad las cosas por esas épocas, observamos algunas de las razones del declive de la gran sociedad maya… bueno, en definitiva todos estos grandes imperios acabaron consigo mismos por las mismas razones, el exceso desmedido.

Apocalypto (fotograma 3)

Todo esto viene regado por una gran labor de director de Gibson. Nuevamente vuelve a ofrecernos algunas escenas memorables, personalmente la mejor la de persecución de la pantera, y nuevamente planos increíbles, esa gota de sangre o los sacrificios humanos, etc. Mejor no desvelar mucho porque vale muchísimo la pena llevarse todas las sorpresas. De todas formas lo que más me ha sobrecogido es que hacía mucho tiempo que no me encontraba viendo una película que ofreciera entretenimiento y atrapara la atención en todo su metraje. ¿Qué será lo próximo de Mel Gibson?