Tras el frenético y alocado paso por la Comic-Con de San Diego 2011, hasta hoy he publicado 24 entradas dedicadas a la feria y creo que tengo para una más de interesantes restos y sorpresas, tenía que llegar este día. Tras muchos años disfrutando de las novelas de J.K. Rowling y tras otros tantos acudiendo al cine para ver sus adaptaciones al cine, el final de una de las sagas más rentables de la historia del cine ha llegado. Hace ahora una semana acudí al cine con muchas ganas a ver Harry Potter y las reliquias de la muerte (2ª parte) (Harry Potter and the Deathly Hallows: Part II, 2011) y así dar carpetazo a esta, en conjunto, sobresaliente saga. La verdad, no se me hubiera ocurrido un cierre mejor para la narración cinematográfica de la obra de la Rowling. David Yates, director, y Steve Kloves, guionista, han logrado montar una segunda parte del último libro rápida, sin freno y repleta de grandes detalles que hacen honor a la novela aunque para ello se hayan visto obligados a pasar por alto historias y momentos puede que emotivamente cruciales. La verdad, apostando más por un dinamismo casi superlativo, y siempre en comparación con la primera parte, este segundo episodio de Harry Potter y las reliquias de la muerte engancha de principio a fin y se coloca muy probablemente como la mejor película de la franquicia, aunque a mi parecer todas estarán siempre por detrás de la magnífica Harry Potter y el prisionero de Azkaban (Harry Potter and the Prisioner of Azkaban, 2004) de Alfonso Cuarón. Yates sigue el camino que inició con Harry Potter y la orden del Fénix (Harry Potter and the Order of the Phoenix, 2007) y otra vez la adaptación juega con factores más adultos, muy presentes en la novela, que la hacen tenebrosa, oscura y notablemente espectacular si hablamos de exploración al mágico universo Potter.

Cartel de Harry Potter y las reliquias de la muerte (2ª parte)
Cartel de Harry Potter y las reliquias de la muerte (2ª parte)

Tras lograr escapar en el último momento de las garras de Lord Voldemort (Ralph Fiennes), la búsqueda de los Horrocruxes por parte de Harry Potter (Daniel Radcliffe), Ron Weasley (Rupert Grint) y Hermione Granger (Emma Watson) continúa. Lo que van descubriendo es que cada vez todo se complica más y que su destino les lleva irremediablemente al punto donde partió toda su aventura en conjunto, el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, aunque antes sin embargo deberán colarse en el infranqueable Gringotts.

A Warner Bros. se le ha muerto su gallina de los huevos de oro más gorda y productiva. Y para ello no han dudado en exprimirla como mejor se puede hacer jugando con los fans a una partida en dos turnos que les ha salido redonda. Las cifras son la mejor demostración de que Harry Potter y las reliquias de la muerte (2ª parte) ha sido una apuesta triunfadora, más si tenemos en cuenta que se presenta como la guinda final para una saga que no ha defraudado a aquellos que sintieron interés por ella desde el mundo novelesco o desde el propio cinematográfico. Recientemente un anuncio de la major indicaba que con la primera semana de recaudación mundial de esta segunda mitad del último episodio, el paquete Potter superaba los 7000 millones de dólares de recaudación, dinero como para comprar dos veces Marvel Studios y dejar una buena propina. La verdad, aunque centrada casi por completo en el enfrentamiento Potter vs. Voldemort, el film resulta bastante completo y entretenidísimo si tenemos en cuenta los tiempos que corren y lo que ha de llegar desde los fondos de la compañía de Burbank, en unos días se estrena Green Lantern (2011) y más de uno ya se ha quedado calvo de tanto tirarse de los pelos. El reparto en su línea habitual, los veteranos mucho más veteranos y sobresaliente como siempre, sobre todo Alan Rickman en su representación del profesor Severus Snape, y los jóvenes, pues bien, tampoco para tirar cohetes y más si tenemos en cuenta que Radcliffe tiene tiempo para intentar darle la vuelta a su incapacidad de mostrar emoción sin parecer forzado. Lo mejor en este aspecto Emma Watson, probablemente la única que veo con posibilidades de seguir dando vueltas por Hollywood tras este gran final.

En definitiva, un gran final, uno que de todas formas debe ser visto en conjunto para mitigar la implacable ausencia de ritmo de Harry Potter y las reliquias de la muerte (1ª parte) (Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1, 2010).

Hasta otra señor Potter.