No soy de los que se van de la sala pese a las basuras que se estrenan y con Real (2013) de Kiyoshi Kurosawa no me faltaron la ganas. Tediosa hasta el extremo esta historia de una dibujante de manga que tras entrar en barrena trata de suicidarse. Aunque fracasa en su intento la joven acaba en coma, aunque su estado no se debe a algo físico si no más bien mental. Atrapada en ese mundo su pareja, y con ayuda de un sofisticado sistema de introspección, se colará en su subconsciente para intentar ayudarla a salir de su catatonia. Traumas del pasado irán aflorando al tiempo que en cada viaje a la mente de su pareja el joven va descubriendo que no todo es lo que parece y que algún que otro significativo secreto le irán haciendo ver la verdad de la situación a la que se enfrenta. Pues si, un peñazo increíble, insufrible y que no ayudó en nada a mantenerse firme ante los brutales ataques de Morfeo. Con una factura horrible, y con un desenlace de esos que lo flipas, Real pasa a formar parte de la lista de grandes cagadas del Sitges 2013 que por ahora solo contaba con la patética The Jungle.

Cartel de esta castaña titulada Real
Cartel de esta castaña titulada Real

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