Al fin he podido encontrar un momento para hablar de Han Solo: una historia de Star Wars (Solo: A Star Wars Story), ese viaje al pasado para conocer los orígenes de Han Solo, el contrabandista más icónico de la Guerra de galaxia. Es hora, además, de ir por partes para ver qué ha salido de la factoría Disney / Lucasfilm.

En primer lugar hay que dejar claro que Han Solo es una película francamente entretenida, eso es innegable, pero pese a su entretenimiento adolece de diversas taras que puede que provoquen que no sea todo del agrado del respetable. La primera de todas es tratar de dar respuesta a una arriesgada y desde luego discutible pregunta como ¿cuán necesario es centrarse en un icono de la saga? Hay que reconocer que las comparaciones son odiosas, y el reto al que se han enfrentado a Alden Ehrenreich es desde luego plato de difícil gusto… la sombra de Harrison Ford es extremadamente alargada y demasiado persistente en la mente del fandom. Han Solo además pretende jugar en una liga similar a la de la saga original, por eso de ser Solo su protagonista, abarcando por lo tanto un escenario narrativo mayor que el planteado por Rogue One. Sin embargo el efecto logrado es el contrario, estamos ante una historia menos elaborada que Rogue One y sin lugar a dudas bastante lejos de postularse como una aventura a la altura de los episódicos capítulos nacidos en 1977. Porque sí, de alguna forma Han Solo aparenta ser un primer capítulo, pero sin embargo los films antología nacieron bajo el sello de historias sueltas dentro de un universo conocido. Por lo tanto, ahí donde Rogue One triunfó (el final era un golpe en muchos aspectos), Han Solo ha fallado (uno se queda con cara de ¿y ya está?)…

Han Solo, a diferencia de lo que se podía esperar, sigue con sabiduría las pautas marcadas por el cine más clásico y en modo western del espacio con notables aportes vieja escuela, adentra al espectador en una historia vibrante a la par que pausada. Es de aplaudir que se apueste por este estilo narrativo / visual en esta era de puro frenesí donde va todo pasado de vueltas y a más velocidad de la que el cerebro humano puede procesar. Han Solo llega envuelta por aroma a revolver y pólvora, con forajidos de leyenda como Beckett (Woody Harrelson), Val (Thandie Newton) o Rio (la voz de Jon Favreau), un impagable robo a un tren, el encuentro entre el protagonista y su fiel compañero de fatigas Chewbacca (Joonas Suotamo), ese primer amor llamada Qi’ra (Emilia Clarke) que vuelve de la forma más inesperada posible, viejas partidas de cartas de saloon donde te juegas hasta el caballo, amistades de las que se forjan a golpe de engaño como la de Lando Calrissian (Donald Glover), rebeliones de las clases más castigadas bajo el puño de L3-37 (la voz de Phoebe Waller-Bridge), mineros y minas de Kessel, charlas y confesiones a la luz de una hoguera, duelos de los que marcan una vida y un villano (flojo) que responde al nombre Dryden Vos (Paul Bettany). Ya lo decía Howard en alguna entrevista, Han Solo bebe de muchos lados, pero juega sus cartas al ritmo de Los vividores (McCabe & Mrs. Miller) de Robert Altman.

Pero claro ahí nuevamente Han Solo cumple con eso de una de cal y otra de arena. Estamos ante un film donde se ha optado por lastrar a una gran cantidad de sus personajes de una carencia total de empatía e intrascendencia. Ahí donde Beckett rompe moldes, Woody Harrelson ES el mejor personaje de la película, otros transitan sin mayor interés (y eso duele). No hay emotividad y Han Solo como película CARECE de corazón. No queda claro que ha pasado en Disney / Lucasfilm pero Ron Howard debió dar un giro de 180 grados a lo que Christopher Miller y Phil Lord pretendían contar, aunque eso es algo que quedará oculto para siempre salvo que estos dos decidan ponerse a hablar del enfoque que pretendían dar a este western del espacio. Igual Lord y Miller querían una Sillas de montar calientes (Blazing Saddles) y el estudio esperaba más un Duelo al sol (Duel in the Sun)…

¿Es un error Han Solo? ¡Para nada!, apunta a fiasco económico si miramos los datos de su primer fin de semana, recuerda a que podría acabar siguiendo el mismo rumbo que ya sufrieron joyas como John Carter, pero desde luego no es un error. Es un film Star Wars atípico, no sé si es lo que el fan esperaba, pero es algo que si lo paladeas puedes acabar pillándole el gusto. No obstante le falta punch, le falta asimilar el concepto de verdadero clásico y se queda en el estándar del género del que bebe. Igual debe verse varias veces para encontrar lo que realmente oculta…

Probablemente uno de los carteles más molones de Han Solo: Una Historia de Star Wars
Probablemente uno de los carteles más molones de Han Solo: Una Historia de Star Wars

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