Esta es la historia de cómo Warner Bros. perdió una nueva oportunidad a la hora de configurar las bases de una franquicia comiquera con grandes posibilidades. Porque si, esto de Green Lantern (2011) de Martin Cambpell es sin dudarlo una de las mayores decepciones que me he llevado en mucho tiempo en esto del mundillo del cine que adapta la viñeta más hiperactiva y vistosa. Pero ojo, esta decepción no es culpa del héroe elegido, a día de hoy sin dudarlo uno de los más apetecibles de la marca DC por las mil y una posibilidades creativas que aporta, tampoco por la factura final del proyecto, los efectos digitales son de primerísimo nivel si bien se la han jugado con eso del traje 100% CGI en la piel del protagonista ya que hay momentos en los que no convence como esperaba, y si me apuras ni el reparto está del todo mal… aunque Ryan Reynolds no aporte ni un ápice de carisma, Blake Lively transite sin generar interés, o que secundarios como Tim Robbins o Angela Basset puedan ser considerados simplemente como un elemento más del atrezzo del proyecto. Eso si, Mark Strong como Sinestro me ha gustado y Peter Sarsgaard como Hector Hammond… pues bueno, tiene un pase aunque acaba decepcionando también cosa fina. La verdadera culpa, la gran cagada, la razón por la que este proyecto se desinfla, nunca llega a estar ni medio hinchado, y se queda en un mal aprovechamiento de posibles buenas ideas es el desastroso guión escrito por Greg Berlanti, Michael Green, Marc Guggenheim y Michael Goldenberg, demasiadas manos para lo que han optado hacer en un limitado espacio de tiempo de hora y tres cuartos que para más INRI cuenta con un montaje alborotado, precipitado e incluso absurdo.

Nuevo cartel de Green Lantern
Uno de los muchos carteles de Green Lantern

La violenta y destructiva criatura / ente Parallax ha permanecido encerrada desde que Abin Sur (Temuera Morrison) la encerrara hace ya muchos años. Por avatares del destino, menuda casualidad, Parallax logra liberarse y ataca por sorpresa a Abin Sur, quien escapa malherido en el último minuto hacia el planeta con vida más cercano de la galaxia en la que se encuentra… la Tierra. Allí, y cerca de la muerte, acabará eligiendo como su substituto a un inconsciente y poco maduro Hal Jordan (Ryan Reynolds), un piloto de cazas amante del riesgo y temeroso de su pasado. Jordan deberá enfrentarse a su nuevo destino, pasar a formar parte de las Green Lantern Corps, una unidad de guardianes del espacio a los que no le hace mucha gracia que un humano sea quien ocupe el lugar de Abin Sur, al tiempo que lidia con sus problemas terrenales… su relación con Carol Ferris (Blake Lively), la mutación en Hector Hammond (Peter Sarsgaard) y la mortífera visita de Parallax a la Tierra.

Igual uno piensa… "joder, ¿con esas sinopsis de qué te quejas?". Pues del reparto que se han hecho de las cosas. Nos voy a desgranar el proyecto minuto a minuto, pero siendo generoso, de la hora y tres cuartos que dura la película podemos simplificar que hay unos 30 minutos de aventura comiquera con Hal Jordan interactuando con Abin Sur, Sinestro, Tomar-Re (Geoffrey Rush) y Killowog (Michael Clarke Duncan), viajando a Oa, o enfrentándose a Hector Hammond o Parallax, y el resto es pura paja. Excesiva importancia a Carol Ferris, que puede que se la merezca, soy lector esporádico de los cómics, y a las vicisitudes familiares del protagonista o del villano cuando es un cerebrito pelele. Ahí es donde el trabajo de Berlanti, Green, Guggenheim y Goldenberg se excede disolviendo por completo a lo que debía tender en realidad el film. El potencial de Green Lantern es Green Lantern, su mitología, sus acciones, conocer el fondo del uso de la voluntad como gran poder de los anillos y presentarnos el lado oscuro que siempre debe existir igual que lo hacen el bien y el mal… en este caso se trata del imparable y siempre creciente poder del miedo. Si por encima divides el ya de por si mal reparto de tiempos y lo decoras con un montaje precipitado, aburrido y excesivamente descontrolado, pues lo que obtienes es esto, una película triste, que tiene cosas interesantes pero demasiado breves y otras muy aburridas y tremendamente dilatadas. Una apuesta fallida que no levanta cabeza en taquilla y que con 200 millones de inversión, que me expliquen donde los han gastado porque comparativamente con otros productos del año de similar o menor precio Green Lantern no justifica el gasto, lleva recaudados 150 y no se yo si superará por mucho su presupuesto.

¿Y el futuro? Esa es otra… Green Lantern como película es demasiado predecible. Lo que ha de venir está claro, darle la vuelta a la tortilla y montar una batalla real con un gran villano, ya lo han fijado y creo que es un error, con segundos de abordo que prometan acción verdadera. Y ojo, el cine es cine, no es cómic, lo que funciona en papel, en una serie regular, no lo puedes concebir para un metraje de menos de dos horas. Ahí es donde el trabajo de Berlanti, Green, Guggenheim y Goldenberg se estrella por completo y más si lo que pretendes que crear una trilogía con posibles. Warner Bros. y DC Entertainment Inc. deberían cuidar más sus productos, valen la pena pero no a cualquier precio.

 NOTA  No me preguntéis por el 3D que la vi en digital 2D. He leído que el 3D no está nada mal, más brillante y luminoso de lo habitual, aunque nuevamente no viene a justificar su uso y su extra de precio.