Beeeee! Coño una oveja!Nueva Zelanda, con Wellington como capital, es un país relativamente pequeño, tiene una superficie de 268.680 km2 que viene a ser más o menos la mitad de España. En el año 2004 contaba con poco más de 4 millones de habitantes, repartidos entre las dos grandes islas que componen el país, y su densidad de población no superaba los 15 habitantes por km2. Además de los conocidos maoríes, uno de los símbolos más representativos del país donde fue rodado El Señor de los Anillos es la oveja.

Si señores, en Nueva Zelanda hay 20 ovejas por cada habitante, por lo tanto tenemos una población aproximada de 80 millones de ovejas, lo que da mucho que pensar. Muchos os preguntaréis en este punto a que leches viene este comentario… La cosa viene a cuento de que una productora de cine neozelandesa llamada Park Road Post se ha unido a la Korean Company Daesung, participadora de Blade Trinity, para realizar una film llamado Black Sheep!

Veamos, Black Sheep estará dirigida por Jonathan King y contará una historia de terror comedia al modo Shaun of the Dead en donde un experimento genético con ovejas sale mal y bueno… supongo que las tiernas ovejitas dejarán de comer hierba y pasarán a comer carne humana, los FX caerán de parte de Weta FX. En fin, nunca habría esperado nada de una sencilla y cariñosa ovejita pero después de recordar la famosa escena de Bad Taste en la que revientan a tan cariñoso animal con un bazooka comprendo la rebelión de estos bichitos.

Esto me lleva a pensar en películas en las que animales se han revelado de alguna manera contra nosotros los humanos y nos han puesto a caldo. Films como Cujo, basado en la obra de Stephen King del perro asesino, o Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, en donde un tierno conejo era la cosa más violenta vista hasta ahora, son buena muestra de este tipo de películas. Pero sin lugar a dudas, la peli en donde los animales han dado mejor cuenta de nosotros ha sido El alimento de los Dioses (1976). Fue dirigida por Bert I. Gordon y cuenta la historia de unos excursionistas que acaban en una isla donde unos animales gigantes, ratas y una gallina, se los meriendan a todos. Era más mala que la quina!

¿Alguna otra propuesta de animales excesivamente cariñosos?