Tenía otra entrada pendiente de publicar pero acabo de quedarme en estado de shock. Ha fallecido H.R. Giger, la excéntrica, sexuada y grotesca mente tras la criatura del espacio exterior más increíble de la historia del cine de ciencia ficción y terror, además de un revolucionario en la concepción de escenografía inconcebible. Nacido en Suiza en 1940 bajo la inquisitiva tutela de un padre farmacéutico, Giger estaba predestinado como todo genio que se precie a ser un desastre en casa, con sus estudios y sus relaciones personales. Mientras tanto su mente, considerada por muchos como perturbada, creaba cosas impensables que con el tiempo acabarían siendo iconos culturales. De sus manos salió el xenomorfo de Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979), y que le valió un Oscar que compartió con otros visionarios como Carlo Rambaldi, Brian Johnson, Nick Allder y Dennis Ayling. Fue también el padre de Sil en Species (1995), otra criatura que merced a sus tentáculos recordaba a aquel calenturiento Urotsukidoji. El mundo del videojuego también supo sacarle provecho con aquella obra raruna llamada "Dark Seed", y recientemente su participación en Prometheus (2012) nos sirvió para revivir el mito que a finales de los 70, 80 y 90 completó nuestras visiones más siniestras en el espacio exterior. Sus creaciones biomecánicas, las referencias sexuales en su arquitectura, sus extraños y siniestros dibujos… le debemos mucho y si veis el documental Jodorowsky’s Dune (2013) comprenderéis que le podríamos haber debido incluso lo indecible. Ha muerto un genio.

H.R. Giger trabajando sobre el Space Jokey de Alien, el octavo pasajero
H.R. Giger trabajando sobre el Space Jokey de Alien, el octavo pasajero

Parece ser que su fallecimiento se ha debido a que no pudo superar las heridas de una caída que sufrió recientemente.