Tengo que reconocer, y por ello pongo este post, que la partida que dirigí ayer de Aventuras Orientales d20 fue un desastre difícil de superar.

La linealidad que planteé fue de lo más chusca que os podéis encontrar, lo que si ocurrió fue que nos partimos de la risa con todos los desastres y supuestas acciones que se me habían ocurrido y que no se llevaron a cabo… ninguna, el mejor ejemplo y despiste monumental por mi parte fue presuponer que unos guijarros en el suelo no se levantan por un tornado y unos hombres con armaduras, armas, etc. si… la solución estaba en cargarse e guijarros para quedarse en el suelo… sencillamente lamentable, la feria que se montó, además del cachondeo general, fue grandiosa.

En la partida todo se redujo a combate continuado como si de una fase de un juego de consola se tratase, chusco, cutre, con unos enemigos patéticos (exceptuando sus nombres) y una introducción bien trabajada pero desastrosamente resuelta.

Al final llegué al extremo de modificar las características in situ para poder equilibrar los combates, pero fue igualmente desastroso, los personajes jugadores creados para la ocasión: "Silencio" Nimu, Ashitaka Umi, Jubei Yoso y Matsu Teasu eran tremendos, mis "Cinco Vientos que Impiden el Avance" no pudieron ni comenzar a hablar y fueron esfumándose uno a uno.
En fin: mea culpa y Vini, Vidi e non Vinci.

P.D.: Otras múltiples irregularidades se produjeron en la interpretación de algunas reglas por parte de Matsu Teasu, dando a entender y ejecutando, en compañía de Ashitaka Umi, Concentración de Iaijutso cada dos por tres… una fiesta de sangre!!!