Leo en un artículo de Luis Ignacio Parada:

"Si en una película se inserta una imagen a menos de un sesentavo de segundo el ojo humano no puede captarla, porque está por debajo de su umbral de percepción: es demasiado veloz para hacer impresión en la mente consciente. Pero se graba en el sistema nervioso sin que el interesado pueda evitarlo. Ese impacto, archivado en el subconsciente, es después capaz de afectar las reacciones de la persona. Eso se hizo por primera vez en Picnic, en 1953. El mensaje decía: Coma pop corn. Beba Coca Cola. A la salida de la proyección las ventas de palomitas de maíz y zarzaparrilla en los alrededores de la sala fueron triples que las de un día normal, pero la gente no recordaba haber visto ningún anuncio de esos productos. Se había inventado la publicidad subliminal. Fue inmediatamente prohibida."

Demostración fálicamente visible y explicada en la genial El Club de la Lucha.