Abracadabra... El Truco FinalAyer me fui al cine con un porrón de gente conocida a ver la última película del interesante director Christopher Nolan. The Prestige (2006), alucinantemente titulada aquí como El Truco Final, cuenta la historia de dos jóvenes aprendices de mago que, a finales del siglo XIX y por circunstancias de la vida, se convertirán en auténticos rivales que no dudarán, en la búsqueda del mejor truco posible, pisarse, robarse, humillarse y traicionarse a todos los niveles imaginables…

Desconocía que el film estaba basado en una exitosa obra de ficción de un autor llamado Christopher Priest, libro que comentan es bastante bueno y que narra la historia de estos dos magos desde un punto de vista particular… el libro se compone de dos partes, cada una de ellas no es más que el diario escrito por cada uno de ellos en su periplo por conseguir el mejor truco de todos los tiempos.

En cuanto al tema ilusionismo y el engaño como espectáculo, personalmente me ha gustado más la reciente El Ilusionista (2006) de Neil Burger, un film sin pretensión alguna que sólo quiere entretener jugando con la inteligencia y perspicacia del espectador, aunque El Truco Final tiene una buena historia de duelo apoyada en un reparto espectacular. El tema del enfrentamiento personal entre Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Border (Christian Bale), da pie a una carrera por la innovación, donde la ingeniería de personajes como Cutter (Michael Caine), el espectáculo aportado por Olivia Wenscome (Scarlett Johansson) y la irreal fantasía de Nikola Tesla (David Bowie), aportan misterio, espectacularidad y sobre todo sorpresas. Gracias al film conocemos algunos de los trucos más famosos de la época que encumbraron a personajes como el gran Harry Houdini, vemos los pormenores de la preparación, la parafernalia, la búsqueda por mejorar, incluso sus secretos… aunque visto lo visto al final me suena todo un poco a engaño.

El film hay que reconocer que está bien, una buena historia, buena ambientación, interesantes giros argumentales repletos de sorpresas, un reparto consolidado, uno de los directores europeos más en boga del momento, trucos imposibles apoyados por unos efectos que los hacen geniales, etc. Pero personalmente me siento insatisfecho… no quiero contar nada, pero El Truco Final no me vale del todo.

Supongo que tendréis que verla para poder entender lo que pasa, pero suelo quedarme descontento cuando te venden un producto de una manera y luego resulta ser eso con un detalle genial que lo explica todo y ala, todo resuelto… aunque, bueno, si es una novela, no es culpa de los hermanos Christopher y Jonathan Nolan, que han vuelto a trabajar juntos desde su magnífica incursión en Memento (2000).