Una de esas que prometían entretener durante la celebración del Festival de Sitges era Península (Train to Busan 2: Peninsula), secuela a lo apocalipsis zombie definitivo de la muy entretenida y original Train to Busan (Busanhaeng)… ambas de Sang-ho Yeon.

Pero todo lo que fue Tren a Busán hace unos años es justo todo lo que no es esta su secuela Península. Personalidad propia tiene, como elemento mezclador durante sus cerca de dos horas de estilos tan diversos como persecuciones a lo Fast and Furious, un rescate survival cercano al disfrutado en 1997: Rescate en Nueva York (Escape from New York), una sobrecarga de zombis como las imperativas de Guerra Mundial Z (World War Z), bandas de matones en el páramo a lo Mad Max: más allá de la Cúpula del Trueno (Mad Max Beyond Thunderdome) y drama… mucho drama al son de piano, guitarra española y violín del que genera empatía cero (y más con ese guión de corta pega que ni con cola). Pero claro, es sabido que no todo en el campo de los zombis es orégano, y poco ayuda también el reparto de esta secuela, que reconozcámoslo tampoco es que destaque como sí lo hicieron Dong-seok Ma o Yoo Gong en aquel escalofriante y agónico viaje a Busán. Península entretiene más o menos, aburre otro tanto, y se pasa dramatizando hasta el extremo un tercer acto que hace perder toda esperanza de que podamos ver un nuevo viaje al infierno apocalíptico en el que han convertido esa Corea. Pone nervioso su protagonista, el permanentemente triste Gang Dong-won (Illand: La brigada del lobo). En fin, vista una vez… nunca más.

Peninsula #1
Uno de los carteles de Península