La semana pasada me fui a ver Hard Candy (2005) bajo la recomendación de varias personas y algún que otro blog que lleva insistiendo sobre el film mucho tiempo, para ser exacto desde la celebración del pasado Festival de Sitges en octubre le sigo la pista gracias a Eki Films. El film está dirigido por David Slade, del que he hablado bastante acerca de su proyecto de adaptación de 30 días de noche (2007) bajo la atenta mirada de la Ghost House Pictures de Sam Raimi, y, no es por nada, pero se lo ha currado bastante. La película es un directísimo y durísimo cara a cara entre Ellen Page, que interpreta a la casi quinceañera Hayley Stark, y Patrick Wilson, que sufre la indecible en el papel del treintañero Jeff Kohlver.

El cine de terror moderno, del que no todo es sangre e higadillos, tiene momentos especiales. En esos momentos suelen aparecer películas que engrandecen el género. Hard Candy (2006) es una de esas películas que con muy poquito, básicamente un par de excelentes interpretaciones, logra una atmósfera que no tiene nada que envidiar a los clásicos del terror psicológico como Misery (1990) o El Silencio de los Corderos (1991). Referente a esto el día del cine Flanagan me recordaba sabiamente que no sabía quien sufriría más, si Paul Sheldon (James Caan) a manos de Annie Wilkes (Kathy Bates) o Jeff Kohlver ante Hayley.

Ellen Page cara a cara con Patrick Wilson

En fin, Hard Candy es una película cruda, dura y en momentos desagradable, no por lo visual pero si por lo que permite la interpretación de nuestras mentes. En fin, la recomiendo encarecidamente pero ojo, no es apta para todo el mundo.