Uno de los carteles de Spiderman 3Para no ser menos, ayer fuimos parte de ese amplio grupo de gente que, a lo largo de todo el mundo, acudimos con buenas esperanzas al deseado estreno de Spiderman 3 (2007). Tras dos horas y veinte minutos de metraje, las primeras palabras que se me pasaron por la cabeza al pensar en la nueva aventura del héroe arácnido fueron… pero que ha sido esto! Aunque parezca arriesgado no lo es, y la gran mayoría de blogs en español que visito diariamente, por ejemplo Mad World o Más allá de Orión, coinciden, grado arriba grado abajo, con la opinión general de la gente… se esperaba bastante más de esta, seamos correctos, medianía.

Podremos admitir que tiene unos grandes efectos especiales, también que ofrece acción a raudales, incluso que es un film de la Marvel y esa es su, cada vez más demostrada, principal tara… pero lo que no trago es el pésimo guión que han realizado Sam Raimi, Ivan Raimi y Alvin Sargent. El batiburrillo montado no tiene ni pies ni cabeza. La historia es bastante anodina, tocando demasiados temas y centrándose, pesada y sorprendentemente, en la eterna y mal avenida relación entre Peter Parker (Tobey Maguire) y Mary Jane Watson (Kirsten Dunst)… que mal trabajan por dios! Pero el gran error para esta muy floja tercera parte es querer meternos con calzador a tres villanos. Dos tienen cierta enjundia, el Hombre de Arena (Thomas Haden Church) y Veneno (Topher Grace), el tercero sobra y no debería estar ahí. Del Hombre de Arena, que para mi ha sido el mejor villano de esta tercera parte, esperaba otro tratamiento… es increíble que pudiendo aprovechar el juego que da, adoptar múltiples formas, puños como objetos contundentes, etc., se limiten a tres secuencias en modo La momia (1999) que resultan hartamente repetitivas. Lo más destacable del personaje: su creación, francamente fabulosa, y ese gigante de arena de obra. Con respecto a Veneno decir que me ha parecido flojo de narices. No puedes reducir la presencia de un villano de semejante peso a unos escasos 20 minutos de metraje… todo al final y de esa manera da la impresión de que está completamente metido a la fuerza, como se rumoreó hace unos días. El nuevo Duende (James Franco), que sin lugar a dudas protagoniza la mejor escena de la película, los famosos 7 minutos revelados hace unas semanas, es, sin miedo a decirlo, lamentable. Visto lo visto, da la impresión de que el film había sido concebido de una manera y que, por obligaciones contractuales y de marketing, el resultado ha sido algo completamente diferente.

En lo que no me quiero parar mucho, porque es para cabrearse, son esos 30 minutos de film donde asistimos a la transformación que sufre Peter Parker a raíz de su extremo acercamiento al simbionte venido del espacio. Si ya en Spiderman 2 (2004), con aquella escena donde el protagonista va andando acompañado por el tema musical asociado a Dos hombres y un destino (1969), se nos calló el alma a los pies por lo ridícula que resultaba, ahora rizan el rizo y nos ofrecen un imposible de casposidad pedorra donde el mal actor Tobey Maguire se atusa el pelo, se viste de negro y se pone lentillas azul oscuro. Con esto, varias frases cochambrosas de malo malote, un baile Bee Gee vergonzoso que intenta ser simpático, o unas cuantas escenas rocambolescas, como la de Peter tomando un vaso de leche con galletas en plan alumno rebotado, tenemos que llegar a la conclusión de que: o no saben como rellenar metraje, o se quieren hacer grotescamente los graciosos.

La fuerza que, como director, transmitía habitualmente Sam Raimi en sus films, ese estilo peculiar manejando la cámara o esa forma característica de realizar las cosas desde puntos imposibles, aquí destaca por su ausencia, bueno miento, hay una escena que es Raimi 100%. Es tal el exceso digital de esta tercera parte que, si contamos el tiempo que los actores están en pantalla, no llenamos ni una hora de metraje. El despropósito se completa con un montaje alocado y repleto de secuencias superfluas, o con una música realizada por Christopher Young que no tiene, ni por asomo, un ápice de la fuerza que trasmitió Danny Elfman en las dos anteriores composiciones.

Por lo tanto, personalmente, y con la sensación general trasmitida en la sala de cine a la que fuimos, risotadas, chascarrillos, bostezos, aplausos de doble sentido, etc., tengo que decir que Spiderman 3 es una mala película, y, por lo tanto, la peor de la saga. Estoy francamente defraudado.