Iba siendo hora de que llegara a nuestras tierras una de las películas que mayor repercusión han tenido al otro lado del charco. Adaptando el primero de los libros de la trilogía creada por Suzzane Collins, Lionsgate buscaba con desesperación un producto que pudiera llevarla a lo más alto como ya lo hiciera Harry Potter con la todo poderosa Warner Bros. o Crepúsculo con Summit Entertainment, curiosamente ahora parte de la familia Lionsgate. Y que decir… pues que desde el punto de vista de un completo desconocedor de la obra de la Collins estamos ante una película merecedora de una calurosa enhorabuena. Lo más sorprendente es que tras su aparente simpleza argumentística, Los juegos del hambre (The Hunger Games, 2012) tiene más chicha de lo que uno puede pensar. Vale, muchos dirán que plagia con descaro a Battle Royale (Batoru rowaiaru, 2000) de Kinji Fukasaku, pero yo responderé que si pero no. Muchos comentarán que usa en demasía viejos conceptos como los tratados en la icónica "1984" de George Orwell, de acuerdo, pero nuevamente responderé que si pero no. Incluso habrá hueco para argumentar que sigue la línea marcada por Perseguido (The Running Man, 1987) de Paul Michael Glaser, y otra vez diré eso de que si pero no. Los juegos del hambre juega, y valga la redundancia, con todas esas ideas y las depura un poco más combinando represión social, lucha de clases, futura rebelión, poder mediático, dudosa moralidad, y podría seguir así hasta mañana. Ojo, todo esto que tiene de bueno se apoya de forma importante en la buena dirección de Gary Ross que, pese a un inicio bastante incómodo en lo que a uso de la cámara al hombro se refiere, logra que un producto que dura la friolera de 142 minutos resulte fresco y entretenido. Por ponerle otro pero más, y esto es parte de algo que comenté con otra persona con la que acudí al cine, es que a las dos horas sufre un bajón de ritmo importante, fruto de todas formas por la necesidad de justificar que un único factor puede dominar a la masa a su merced, pero pese a esto el repunte final nos deja con ganas de que En llamas (Catching Fire, 2013) de Francis Lawrence cumpla como este primer asalto.

Cartel español de Los juegos del hambre
Cartel español de Los juegos del hambre

En un utópico futuro, y sobre las ruinas de lo que en otro tiempo debió ser una nación de armas tomar, la poderosa nación de Panem obliga a los doce distritos que se levantaron contra ella en el pasado a pagar un tributo de sangre en forma de dos adolescentes, un chico y una chica, que se convertirán en gladiadores de un evento televisado nacionalmente y conocido como Los Juegos del Hambre, en el cual tendrán que luchar entre ellos hasta quedar solamente un superviviente. El Distrito 12 se prepara para la "cosecha" y si bien Prim Everdeen (Willow Shields) tiene la mala suerte de ser la agraciada para participar en el macabro show, su hermana Katniss (Jennifer Lawrence) se presentará voluntaria para evitar que Prim muera a las primeras de cambio. Junto a Peeta Mellark (Josh Hutcherson), Katniss acudirá a Los Juegos del Hambre como tributo de su distrito y allí será entrenada por el en otro tiempo campeón Haymitch Abernathy (Woody Harrelson) con el objetivo de sobrevivir y aprender a tomar decisiones con las que no comulga…

Y claro, aquí es donde debemos tener en cuenta que Los juegos del hambre es un producto para masas cuyo objetivo es hacer una recaudación bochornosa, y que por ello la rebaja de gore que tiene es más que notable por no decir que total. Por lo tanto, no esperemos ultraviolencia a la japonesa y si un juego suficientemente light como para que el público objetivo no se escandalice. El producto se apoya por completo en Jennifer Lawrence, joven actriz que poco a poco se va haciendo un singular hueco en la cinematografía fan y si no recordémosla como Mística en X-Men: Primera Generación (X-Men: First Class, 2011), aunque vive mucho gracias a la esporádica participación de veteranos del ramo como Donald Sutherland, Toby Jones, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Wes Bentley o Stanley Tucci, a cada cual más pintoresco si esto es posible. El resto lo normal, ciencia ficción contenida, violencia contenida, dudas amorosas contenidas y mucho mensaje de fondo que, mirad por donde, vienen en muchos aspectos como anillo al dedo a la situación / sociedad en la que vivimos.