Comienza con este una serie de resúmenes de los films que he podido ver los cinco días que he pasado en el Sitges 2010 – 43 Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya. Recién llegado a la ciudad, y tras sufrir el robo del portátil con el que hasta ese momento trabajaba, pude mirar hacia otro lado y abstraerme de este triste hecho con la última película de Zhang Yimou, titulada A Woman, a Gun and a Noodle Shop (San qiang pai an jing qi, 2010), un confeso remake de Sangre Fácil (Blood Simple, 1984) de los hermanos Coen, y una de las importantes apuestas del cine español de este año, Agnosia (2010) de Eugenio Mira.

Con A Woman, a Gun and a Noodle Shop, el bueno de Zhang Yimou se une a clan de los hacedores de remake y apuesta esta vez por reimaginar un proyecto inusual, que todavía hoy en día sigue sorprendiendo, y que sirvió en 1984 para dejar claro que los hermanos Joel Coen y Ethan Coen iban a tener muchísimo que decir en esto del cine contemporáneo al debutar en el mundillo con una película fabulosa. Yimou decide subirse a la moto del rehago lo que a otros les ha servido para triunfar, algo que no logro entender dada la carrera cinematográfica que le contempla, y traslada lógicamente la historia imaginada por los Coen a su terreno y para ser más exacto a la era de la china feudal aunque abierta a cierta modernidad. Con un elenco de actores reducidos, ya el film de los Coen parece una obra de teatro trasladada al cine, el director chino da rienda suelta a una historia divertida por momentos aunque bastante pesada en su conjunto, donde sin embargo lo que más triunfa es una cuidada fotografía que juega con una paleta de colores inimaginable. Lógicamente la trama no tiene nada de original y, si has visto el film de los Coen, poco te sorprenderá pese al simpático argumento de malentendidos, intenciones paralelas y traiciones conyugales que van surgiendo. Sea como fuere, vale más la pena verse la película de los hermanos Coen que esta visión de Zhang Yimou.

Póster de A Woman, a Gun and a Noodle Shop
Póster de A Woman, a Gun and a Noodle Shop

Agnosia, el nuevo paso por el celuloide de Eugenio Mira, tras su opera prima en el largo que fue The Birthday (2004), no será recordado, en mi caso, por su entretenimiento. Al igual que el film de Yimou, Agnosia destaca más por elementos destinados a vestir el resultado final, la trabajada dirección artística es impresionante, pero languidece sin posibilidad de recuperación en un batiburrillo de originales y atrayentes ideas, en el fondo la trama no está nada mal, pero que no acaban por encajar debido al extraño montaje del proyecto así como su guión, que no tengo claro si es tan flojo por los actores (que no ayudan) o por lo mal escrito que está. Con un reparto a priori notable, encabezado por Eduardo Noriega, Bárbara Goenaga, Félix Gómez, Jack Taylor o Sergi Mateu, la obra nos cuenta la historia de la familia Prats, cuyo cabeza de familia Artur Prats (Sergi Mateu) abandona el fructífero mundo de la modernización industrial armamentística, vemos al principio como presenta a un grupo de potenciales compradores extranjeros una mira telescópica única, al sufrir su hija una extraña enfermedad que la privará de visión normal para el resto de su vida. Tras muchos años, la hija del empresario y el joven aprendiz que le acompañaba (Eduardo Noriega) están a punto de contraer matrimonio, pero en este punto, una posible cura para la extraña enfermedad de Joana (Bárbara Goenaga) y una trama centrada en el trabajo de Artur Prats juegan al engaño tanto como Mira como con el espectador. La verdad, no se me ocurre la razón por la que estaba en un festival de cine fantástico… porque salvo el título no tiene nada más de este género.

Póster de Agnosia
Póster de Agnosia