Hace un par de días se estrenó en diversas plataformas de streaming un fabuloso documental gestado por Paco Limón y Julio Cesar Sánchez, y que responde al brutal título de Sesión Salvaje. A lo largo de hora y media de metraje se hace un generoso recorrido por una época dorada del cine español, una época gloriosa sin miramientos, sin tapujos y plagada de serie B / Z autóctona y auténtica. Acompañado por actores de aquellas décadas de los 60 y 80, como Simón Andreu, Carmen Carrión, Fernando Esteso, Lone Fleming, Antonio Mayans o Esperanza Roy, por directores del momento como Javier Aguirre, Mariano Ozores, Eugenio Martín o Jorge Grau, y por figuras del ahora que han mamado ese otro cine como Paco Cabezas, Álex de la Iglesia, Enrique López Lavigne, Nacho Vigalondo o Miguel Ángel Vivas, nos adentramos de cabeza en una era a recordar (y mucho) dentro de la cinematografía española plagada de westerns rodados en Almería, de cine gore castizo reconocido como icónico y seminal allén de los mares, o de controversia, drogas y destape S a tutiplén.

Cartel de Sesión salvaje, maravilla
Cartel de Sesión salvaje, maravilla

Sesión salvaje es un emocionante homenaje a toda esa exploitation cañí, una que tuvo que bregar como ninguna otra en una era políticamente muy compleja pero no exenta de vericuetos que pretendían, como cometa Grau "con éxito", evitar y torear a la famosa censura de la dictadura. Gracias a este documental podemos refrescarnos la memoria y recordar que en esta tierra se rodaron proyectos icónicos como ¿Quién puede matar a un niño? o La residencia, ambas de Narciso Ibáñez Serrador, fantaterror aplaudido en todo el mundo como todo el protagonizado por Paul Naschy o el dirigido por Jess Franco, auténticas propuestas extremas como la hiperviolenta Condenados a vivir de Joaquín Luis Romero Marchent, los no spaghetti western El precio de un hombre: The Bounty Killer o El hombre de Río Malo, ambas del mencionado Eugenio Martín, los horrores dispares Pánico en el Transiberiano, film plagado de figuras internacionales como Christopher Lee, Peter Cushing o Telly Savalas, y Una vela para el diablo también de Martín, Ceremonia sangrienta o No profanéis el sueño de los muertos de Jorge Grau, comedias de otra era como Los bingueros de Ozores, y films controversia en una era donde las cosas no podían ser contadas, véanse Perros callejeros de José Antonio de la Loma, El pico y su secuela, o La estanquera de Vallecas de Eloy de la Iglesia, y la inclasificable Arrebato de Iván Zulueta.

Espacio también hay para iconos del cine patrio como el nacido en A Coruña Amando de Ossorio, director de la tetralogía de los templarios que arrancó con La noche del terror ciego, o el reconocido genio de la serie B más internacional Juan Piquer Simón, que con cuatro duros se sacó de la manga cintas como Misterio en la isla de los monstruos, Mil gritos tiene la noche, Supersonic Man, Slugs, muerte viscosa o La grieta (en la era Profundidad seis, Leviathan: El demonio del abismo o Abyss esta fue la nuestra). Por favor, no dejéis escapar esta oportunidad y disfrutad, en Primer Video, en Filmin, y en FlixOlé, de esta joya castiza y auténtica de un cine que no volveremos a ver jamás en salas de cine.

Mención especial al tema compuesto e interpretado por Javier Albarrán para el film.

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