En estos últimos días he podido ir al cine a ver una par de nuevas películas, una me la habían recomendado con bastantes ganas y la otra es uno de los "esperados" rompetaquillas de las presentes navidades.

La primera que vi el pasado domingo fue El Jardinero Fiel (2005), una película basada en la obra homónima de John Le Carré. Está dirigida por Fernando Meirelles, del cual todos deberíamos ver Ciudad de Dios (2002), y protagonizada por Ralph Fiennes y Rachel Weisz. Personalmente me ha gustado bastante y la recomiendo, es una de esas películas que aunque te comenta algo que todos suponemos e incluso sabemos, los gobiernos mandamases y las grandes corporaciones hacen lo que les viene en gana, durante 2 horas te das cuenta de que el mundo en el que vivimos es una mierda, desolador y tan injusto que da vergüenza las diferencias sociales y humanas que nos rodean.

El Jardinero Fiel (2005)

Gente que ha leído la obra de Le Carré me ha comentado que el libro es mejor que la película pero que, sin lugar a dudas, el resultado final es muy bueno. El estilo de la filmación me sorprendió bastante en este director, recuerda mucho a Michael Mann en The Insider (1999) y Collateral (2004), muchos primeros planos y bastante desenfoque. La música de Alberto Iglesias, habitual de Almodóvar, es realmente buena. Son bastantes los sitios que la colocan en la lista de posibles para optar a los Oscar® de este año, incluso por encima de films tan supuestamente favoritos como Cinderella Man (2005) de Ron Howard. Para comenzar su carrera de premios, ha sido galardonada en los British Independent Film Awards con el premio al mejor actor, mejor actriz y mejor película independiente.

La segunda que he visto, esta el miércoles, es Las Crónicas de Narnia: El León, La Bruja y El Armario (2005), esperaba un poco más de ella aunque, si cabe, no debía esperar tanto ya que la obra de C.S. Lewis está orientada a un público claramente infantil y la película exige lo mismo. Pese a estar fabulosamente realizada, contar con espectaculares localizaciones y tener unos efectos digitales grandiosos, la película es por momentos demasiado infantil, aburrida y bastante ñoña.

Los chicos llegan a Narnia

El sabido peligro de los actores jóvenes, lo mismo le ocurre a la saga Harry Potter, es que: o son tremendamente buenos, como Natalie Portman en León el profesional (1994) o Anna Paquin en El Piano (1993), o te encuentras con situaciones en las que pretenden transmitir algo y se quedan en nada… vacío emocional. En el caso de Narnia hay que reconocer que los chavales me llegaron a caer bien, bastante mejor que los protas de las aventuras del mago Potter. La historia está bastante bien enlazada pero las casi dos horas y media de metraje hacen que por momentos la supuesta comodidad de las butacas sea casi insufrible. Lo que hay que dejar claro es que estamos ante una nueva franquicia navideña, que promete continuar las aventuras de Aslan, la Reina Blanca y el destino del mundo mágico de Narnia.

En fin, hasta aquí mis recomendaciones.