Antes de ponerme con el resto de noticias del día, la jornada amaneció con una muy recomendable entrevista que le he podido hacer a Marc Pastor, autor de "Bioko", y la sorpresa, para nada inesperada, del acuerdo entre Robert Downey Jr. y Marvel Studios para un par más de film de Los Vengadores, me paro brevemente en un recuerdo, merecido, a James Gandolfini, un actor como la copa de un pino que ha fallecido a los 51 años de edad por un infarto. Su peculiar rostro, esa cara de malnacido bonachón que tanto engañaba a sus compañeros de reparto, será eternamente recordado por haber puesto cara a uno de los personajes más impactantes del mundillo de las serie made in USA en las últimas décadas… el Tony Soprano de "Los Soprano" ("The Sopranos", 1999-2007). Pero ojo, Gandolfini ya existía antes que el gran Tony. Fue el violento Virgil que puso la cara como un mapa a Alabama Whitman (Patricia Arquette) en la fabulosa Amor a quemarropa (True Romance, 1993) de también fallecido Tony Scott, que grandes aquellos minutos de breve diálogo con el fumeta Floyd (Brad Pitt). También se transformó en Willie ‘Woody’ Dumas en la incalificable incursión USA de Alex de la Iglesia, la recomendable Perdita Durango (1997) y parte de ese universo extremo creado por Barry Giford. Tocó los truculentos mundos de la pornografía snuff al ponerse en la piel de Eddie Poole en Asesinato en 8mm. (8MM, 1999) e incluso se trasformó en un inesperado asesino a sueldo homosexual, y casi psicokiller, en The Mexican (2001) encarnando a Winston Baldry. Un tipo peculiar, secundario de lujo en otro buen número de proyectos – El hombre que nunca estuvo allí (The Man Who Wasn’t There, 2001), La última fortaleza (La última fortaleza, 2001), Donde viven los monstruos (Where the Wild Things Are, 2009) -, que sin embargo rompió moldes en "Los Soprano", probablemente por lo que será siempre recordado, pero no por ello por lo que tendríamos que recordarle ya que siempre hubo mucho más…

James Gandolfini
James Gandolfini