Ayer acudí junto a un buen amigo a ver La niebla (The Mist, 2007) de Frank Darabont, la adaptación de la homónima obra del maestro de la literatura norteamericana de terror Stephen King. Tras más de medio año de dura espera, el film se estrenó en USA a finales de noviembre del año pasado, uno puede disfrutar de uno de los mejores films de terror de los últimos años.

Después de sufrir una tormenta de esas que crean escuela con caída de árboles y destrozos varios, una espesa niebla avanza sobre el lago y de manera inexorable hacia un pequeño pueblo del estado de Maine. El artista David Crayton (Thomas Jane), su hijo Billy (Natham Gamble), y su rebotado vecino Brent Norton (Andre Braugher), deciden darse un paseo por el pueblo para poder comprar diversas cosas que les facilitarán comenzar a arreglar alguno de los destrozos provocados por la tormenta y estar preparados para probables réplicas. Recién llegados al supermercado la niebla que vieron avanzar al alejarse de sus casas cubre repentinamente la zona y se escuchan los primeros gritos. Con uno de los vecinos histéricos diciendo que algo se oculta en la niebla, la rumurología entorno a las actividades militares que se hacen en la zona bajo el nombre de "Proyecto Punta de Flecha", y tras varios sustos que desconciertan a los vecinos que se resguardan en el local, surgirán las primeras diferencias entre la gente cuanto llegan los momentos de toma de decisiones y definición del liderazgo. Un pequeño grupo de vecinos, encabezado por Crayton, descubrirán en la trastienda que lo que hay en la niebla es algo más increíble y peligroso de lo que podrían sospechar. En ese momento, y ante la incredulidad de unos sobre lo que cometan los otros, las disensiones empezarán a ser más claras. Poco ayudará además que una vecina extremadamente creyente, Mrs. Carmody (Marcia Gray Harden), comience a buscar el punto apocalíptico a todo lo que está ocurriendo.

Póster de The Mist presentado en la pasada Comic Con de San Diego

Sin desvelar nada crucial del argumento y de lo que nos ofrece el guión escrito por el propio Darabont, basado "fielmente" en el escrito de Stephen King aunque con un cambio totalmente radical pedido por el propio King para evitar futuras actuaciones, hay que destacar que estamos ante un genial retorno al cine de terror olvidado hace años y que está en estos momentos subyugado por el subgénero del "Torture Porn" que tanto machaca cansinamente al género. El film ofrece una sabia combinación de miedo a lo desconocido, ¿qué se esconde en la niebla?, y terror a la excentricidades y formas de actuar que tiene la gente cuando las situaciones llegan al extremo de la locura. La película es una descorazonadora visión del caos que se puede provocar cuando la desesperación y la incredulidad a lo inesperado se cierne sobre un grupo de gente obligada a compartir techo. Se demuestra que, por momentos, el miedo real no está enfocado a lo desconocido, que ya de por si es inmenso, si no a las actuaciones de tus congéneres. El desquicie al que lleva el papel de Marcia Gray Harden, genial, te va minando conforme el film avanza. Desde un principio ves su paranoia y te das cuenta del peligro que tiene una persona desquiciada en un entorno cerrado y con el resto del personal desconcertado ante la situación. Apoyado por unos efectos convincentes y donde se utilizan a partes iguales efectos físicos clásicos con digitales que abaratan costes y permiten hacer cosas muchos más grandes, el resultado es una película de terror al uso, al estilo de la vieja escuela como hacía tiempo que no veíamos en los cines, pausada pero que va fermentando el verdadero miedo conforme avanza el rodaje. Dos horas y cuarto que vale la pena disfrutar en sala grande…

Curiosos los guiños al futuro de las obras de King en el cine, esa primera escena con Crayton dibujando un póster para una posible adaptación cinematográfica de La Torre Oscura, o del arte realizado por Drew Struzan, el póster de La Cosa (1982) es suyo y el presentado en la Comic Con de San Diego 2007 para La niebla también.