La no adaptación de la obra de Max Brooks ya puede verse en los cines aunque, esto debe ser gritado, no va a ser producto del agrado de todos. Esta revisión del mito zombi, aunque les parezca ridículo a los propios protagonistas usar el término, llega pervertida por un sin fin de problemas previos que, seamos realistas, le han hecho flaco favor al resultado final. Aunque la verdad, si es que en el fondo me da igual si es cierto o falso que director, Marc Forster donde estás, y actor no se hablaban, tampoco me preocupa si despidieron o no al principal responsable de los efectos visuales del film o si a meses de su estreno, previsto para hace un año, supuestamente solo existía una película de 70 minutos sin pies ni cabeza. Todo esto me da igual si al final el resultado vale la pena y compensa el gasto.

Guerra Mundial Z (World War Z, 2013) toma el título de una obra a tener muy en cuenta y transforma su gran historia documental, narración de acontecimientos desde un punto de vista informativo global, en una vertiente excesivamente clásica a la que debemos sumar sorpresas de esas que, si no las ves plasmadas no te darías cuenta que no acaban de encajar ni con calzador en un film de zombis. Eso si, en su defensa hay que reconocer que la idea de Paramount Pictures no era realizar una producto duro, fuerte, desgarrador y desagradable, para eso te ves un film de George A. Romero, disfrutas con las hiperactivas obras de Zack Snyder o Danny Boyle en incluso con la cruda adaptación de "Los muertos vivientes" de Kirkman. Para nada, el plan B, con un Brad Pitt bastante intranscendental aunque portador de las siete plagas y de una mala suerte que debería pasar a los anales de la historia del cine, era sacarse de la manga con costes de superproducción, 190 millones más publicidad, un proyecto mainstream, apto para todos los públicos, que de un par de sustos contados y donde la cada vez más madura estrella de Hollywood explote todo su talento y carisma, aquí no se puede decir nada ya que vale todos los euros que recauda la película. Pero aun con las intenciones más que definidas, y con todos advertidos sobre lo que íbamos a ver, Guerra Mundial Z flaquea horrores.

Aunque el arranque es potente y digno de disfrutar, esa primera fase del film en los que la familia Pitt se enfrenta con sorpresa a algo que son incapaces de comprender mola bastante, ¿hay un guiño al inicio del caos del Amanecer de los muertos (Dawn of the Dead, 2004) de Snyder en el momento dormitorio?, el desbarajuste no tarda en llegar. En ese punto la película pretende tomar conciencia de la obra de Brooks y aunque hay reflejos de momentos y pasajes la cosa se diluye como un terrón de azucar en un vaso de agua. Eso si, parece que al personaje de Pitt le ha mirado un tuerto y lugar donde pone el pie, lugar donde se va todo a tomar por culo. La cosa podría tener hasta cierta gracia si al menos uno lo pasara mal viendo los acontecimientos, pero al fabricar un producto para masas lo único que logras es limitarte tanto que al final no muestras nada. GMZ hace un uso extenuante y desesperante del fuera de plano que da a entender que lo que se mira con horror debe ser algo realmente desagradable, que en el mundo de los zombis siempre lo es, y que por lo tanto debemos tener miedo por pura afinidad con la estrella. GMZ presenta historias no contadas como se merecen, perdidas en el limbo de la mesa de montaje, como la protagonizada por David Morse, sale unos 30 segundos, o Matthew Fox, sale unos 2 segundos. GMZ es una visión ombliguista del mundo zombi, el caos que se produciría y como se iría todo a tomar viento como suele ser en toda superproducción made un USA y por mucho que se llame Guerra MUNDIAL Z.

Esto es lo que hay. Una película de zombis que ha recaudado la friolera de casi 480 millones de dólares. Por lo tanto, zombis descafeinados, con dentera, que no sangran y que corren y brincan incluso más que los durante mucho tiempo criticados innovadores formatos de Boyle y Snyder. Mucha gente puede disfrutar ya de un género para el que nunca tuvieron estómago.

Uno de los carteles de Guerra Mundial Z
Uno de los carteles de Guerra Mundial Z