Ayer pude ver el nuevo film del director de origen indio M. Night Shyamalan. El incidente (2008) vuelve a ser una nueva vuelta de tuerca en el conocido estilo de lo inexplicable al que nos tiene acostumbrados este peculiar director. La película, entretenida, agradable de ver, pero completamente alejada del final sorpresa que decoraban hasta el momento los films de Shyamalan, es un film de terror clásico y realizado a parte de los modernos estereotipos que marcan el tempo de horror en el Hollywood moderno.

Sin mayor explicación vemos como la costa este de los Estados Unidos de América es afectada por algo completamente desconocido que, después de provocar síntomas de desorientación a la gente que los sufre, hace que los "contaminados" se suiciden con lo primero que tienen a mano. Las noticias no se aclaran, desde un atentado terrorista con algún agente químico de por medio, a cualquier otra rareza que intente justificar las razones que hacen que decenas de miles de personas se acaben matando, pero la verdad es que nadie encuentra explicación a lo que está ocurriendo. Una pareja de Philadelphia, el profesor de ciencias Elliot Moore (Mark Wahlberg) y su esposa Alma (Zooey Deschanel), su amigo matemático Julian (John Leguizamo) y Jess (Ashlyn Sanchez), la hija de éste, hacen caso de las recomendaciones del gobierno que apresuran a los habitantes de la zona a alejarse lo antes posible de las grandes ciudades e intentar llegar a otro estado cruzando por caminos poco transitados las tierras de labranza de Pennsylvania. La tensión se transformará en desesperanza cuando descubran que no hay forma de escapar, ya que no son los únicos que han tenido esa idea y lo cadáveres aparecen por todas partes.

Póster español de El incidente

Creo que la mejor forma de describir El incidente es decir que vuelve el terror clásico acompañado por cierto toque moral entorno a uno de los grandes debates actuales, el cambio climático y las posibles consecuencias que discuten los grandes cerebros de la ciencia mundial. Apoyándose en un ente desconocido, tremendamente poderoso y del que no tiene que justificar nada, Shyamalan han construido un, por momentos, violento y directo thriller bañado en sabias dosis de terror. El espectador sufre la tensión de los protagonistas, nuevamente personajes sencillos sin pretensiones como ocurriera en todos sus anteriores proyectos, y, mediante explícitos y bien trabajados suicidios, sigue la trama esperando esa justificación que luego de para discutir al terminar la película. Durante hora y media de proyección uno permanece atento al devenir de los acontecimientos, a como las cosas se concretan y las diferentes propuestas de explicación a lo que está ocurriendo.

En fin, no es la mejor película de Shaymalan pero tampoco la peor. Injustamente machacada cuando se descubrió varios meses antes del inicio del rodaje el revelador título del borrador final del film, mejor no decirlo, convencerá y gustará a los incondicionales del director indio, yo entre ellos, y sobre el resto provocará un curioso efecto…