Para comenzar con esta entrada nada mejor que hacerlo con una pregunta acompañada por su obligada respuesta. ¿Qué pasa cuando lees en todas partes que la película de ciencia ficción que llevas esperando varios meses y que se estrena este fin de semana es mala? Pues que vas al cine con una idea preconcebida y unos prejuicios ya establecidos. Pero claro, el efecto de acudir a una sala de cine con esta prematura visión acaba volviendo el producto bastante mejor de lo que puede que sea y por ello el que aquí suscribe no tiene nada más que decir que John Carter (2012) es una película la mar de entretenida y visualmente impactante. Puedo incluso aventurarme y concluir que estamos ante una buena película, con sus momentos de carencia de ritmo, ¿quién se libra hoy en día de esto?, pero con un grupo de personajes bien construidos, John Carter y Dejah Thoris son de lo mejorcito, y un transfondo pulp y mitológico que aunque manido, puede que no sorprendente y en casos tampoco fiel a las descripciones, debería ser tenido muy en cuenta porque estamos ante la base de muchos de los proyectos cinematográficos con los que más hemos disfrutado a lo largo de las últimas décadas. El debut de Pixar en el cine de acción real, con Andrew Stanton a los mandos, es una megaproducción con un costo claramente desorbitado, 250 millones de dólares, que dudo mucho acabe logrando si quiera igualar las disparatadas cifras que han sido invertidas en ella. Las primeras estimaciones para el film hablan de fiasco con un fin de semana de debut en USA por debajo de los 25 millones, muy pero que muy lejos de las expectativas, y con la crítica especializada masacrando en gran medida esta adaptación al cine de "Una princesa de Marte", obra debut de la mítica saga Barsoom escrita por Edgar Rice Burroughs a principios del siglo XX.

Cartel de John Carter
Cartel de John Carter

John Carter (Taylor Kitsch), un ex-militar millonario, recuerda a su sobrino Edgar Rice Burroughs (Daryl Sabara) su pasado. Con la lectura del diario donde el personaje cuenta los acontecimientos previos a su fallecimiento, descubre a Burroughs como John Carter se vio inexplicablemente transportado al planeta Marte y como acabó, sin desearlo, implicado en un conflicto de proporciones épicas que enfrentaron a los habitantes del árido y seco planeta rojo. Carter relata la historia de si viaje por Marte, cómo conoció a Tars Tarkas (Willem Dafoe), cómo intervino en la vida de la cautiva princesa Dejah Thoris (Lynn Collins), o sus enfrentamientos a Sab Than (Dominic West). La intervención de John Carter en una guerra a cientos de miles de kilómetros de Virginia acabará demostrándole que hay esperanza pese a los malos momentos vividos en su vida terrestre, y más cuando la supervivencia de Barsoom y de toda su gente descansa en sus manos.

Tras sorprendernos con WALL·E: batallón de limpieza (WALL·E, 2008), Stanton se aventura en el complejo e infinito mundo de Burroughs y francamente difícil lo ha tenido al pretender lograr que la icónica obra de autor tome buena forma en pantalla grande. Está claro que estamos en la era en la que mejor puede entenderse una adaptación de las aventura de John Carter, más si miramos hacia atrás con la constante evolución de los efectos visuales, pero el film de Pixar disfruta de un despliegue de primerísimo nivel que puede hacer entender la desmesurada inversión realizada. Y vale, muchos pensarán que estamos nuevamente ante otro Star Wars, ante un nuevo Avatar (2009), pero lo que hay que entender es que John Carter es en realidad la semilla que dio forma a esas obras pasadas. Vamos, que probablemente el film hubiera sido más sorprendente si este hubiera sido realizado en 1970, pero también queda claro que ni por asomo se podría haber logrado lo que vemos. Una escenografía superlativa, secuencias de acción notables, pocas, y una banda sonora del hijo predilecto de la factoría Pixar, el inconfundible Michael Giacchino.