Este fin de semana he tenido la oportunidad de disfrutar, a distintos niveles, de dos proyectos de ciencia ficción, género que de cuando en cuando nos sorprende con revitalizantes ideas. El primero de ellos, y que me vi el pasado viernes, ha sido In Time (2011) de Andrew Niccol, apuesta del genero con una premisa francamente interesante pero que haciendo honor negativo, por no decir deshonor, a su nombre, acaba siendo un gran pérdida de tiempo. Niccol es responsable de una de las grandes joyas de la historia de la ciencia ficción, la siempre sorprendente Gattaca (1997), y hombre de sobra capacitado para ofrecer films y guiones sugerentes como El show de Truman (The Truman Show, 1998), El señor de la guerra (Lord of War, 2005) o, si me apuráis, S1m0ne (2002). Pero poco ayuda asentar una base robusta, esto de vivir al límite con el tiempo como cruel moneda de cambio es muy atractivo, para acabar construyendo castillos en el aire merced a un deseo de agradar a las masas que prefieren acción sin ton ni son en lugar de algo que haga pensar un poco. Sumemos al grave desvío de atención argumental un reparto claramente infrautilizado encabezado por Justin Timberlake, Amanda Seyfried, Johnny Galecki, Olivia Wilde y Cillian Murphy. De todos los nombrados vale la pena decir que lo de Galecki es de chiste, y eso que esto de comedia tiene poco, mientras que lo de Timberlake y Seyfried es pobre a todas luces… el caso de la Wilde es tan efímero que no vale la pena ni tenerlo en cuenta. Pero ojo, lo actores en este caso puede que no tengan la culpa porque… ¿qué hacer con un guión que va en caída libre?

Cartel español de In Time
Cartel español de In Time

Estamos en un futuro lejano, la raza humana ha sido modificada genéticamente para, además de dejar de envejecer a los 25 años, contar un reloj vital que establece el tiempo de vida que te resta. Pero este tiempo no corre para todos a la misma velocidad… todo cuesta, tiempo, y mientras unos se enriquecen, lo menos, la mayoría vive en ghettos donde las posibilidades de salir adelante radican en como manejes tus cronometradas esperanzas de vida (vicio, ocio y delirantes impuestos marcan el ritmo). Por lo tanto, una sociedad donde conviven, si se puede decir, seres casi inmortales frente a humanos con fecha de caducidad. La vida de Will Salas (Justin Timberlake) transcurre en el lado más siniestro de la sociedad, pero todo cambiará el día que se cruce en su vida uno de esos ricos con cientos de años en su reloj vital pero que ansía a toda costa una muerte inmediata… un cuerpo inmortal no implica una mente igualmente perpetua. Salas dará el salto al high standing y en su vida se cruzarán no solo la cabeza loca Sylvia Weis (Amanda Seyfried), si no el recaudador del tiempo Raymond Leon (Cillian Murphy).

No se en que habrá pensado Niccol, director, guionista y productor de In Time, para tirar por la borda un planteamiento original y llamativo aunque complicado de explotar. ¿Miedo escénico por el currículo que atesora?, ¿temor por la reacción de la taquilla?, ¿la siempre peligrosa imposición del estudio que te gestiona? Sea como fuere In Time apuesta por el corre calles más insustancial en lugar de darle una vuelta de tuerca a su simbólico planteamiento. Porque la verdad sea dicha, si en lugar de tiempo los protagonistas lucharan por dinero el resultado sería, tristemente, el mismo. Las obviedades que traslucen en In Time asustan, mientras que lo manido y previsible de los acontecimientos es muy preocupante… siempre hay tiempo pese a que esto es justo lo que los protagonistas no les sobra. Y es que lo más peligroso de un film con el tiempo como mortífera moneda de cambio es jugar con este factor y sacarte de la manga imposibles atléticos o momentos de la historia donde la incongruencia narrativa provoquen quedarse con cara de WTF. Y claro, una vez entras en esa dinámica pues de perdidos al río… ridículos pulsos por tus últimos minutos de vida, transformaciones en modo Bourne que no se entienden, atracos a lo Bonnie y Clyde con resultados dignos de Robin Hood, y un sinfín de cosas que te dejan claro que In Time es insulsa y muy costosa si valoramos el poco tiempo que tenemos hoy en día para el ocio.

No vale la pena ni los 109 minutos que dura, para perder el tiempo estamos con la que está cayendo!