Venga que estamos ya en diciembre y yo atascado en agosto. Un verano bastante molón donde destacaron Longless, La trampa, MaXXXine y, sobre todo, Alien: Romulus. De regalo Monolith, una de 2022 que pasó por festivales hasta caer en una plataforma de streaming. Al tema…

Longlegs de Osgood Perkins. El thriller de terror de la temporada. Propuesta extraña, desafiante, incómoda de ver y muy pero que muy retorcida. No esperas lo que finalmente ves, el macabro personaje encarnado por un irreconocible Nicolas Cage, los extraños crímenes entre lo paranoico y lo infernal, esa detective poco comunicativa y bastante distante que siente y padece (maravillosa Maika Monroe). Esto es Longless, una propuesta diferente con un creciente y a la postre dominante fondo diabólico pagano.

Uno de los pósters de Longlegs
Uno de los pósters de Longlegs

La trampa (Trap) de M. Night Shyamalan. Nuestro idolatrado director se marca un deus ex machina como ningún otro hasta la fecha. Ya al principio no hay quien se lo crea, eso de aparcar el coche cerca de un estadio donde se celebra un gran concierto con tan poca antelación no cuela, pero la cosa va in crescendo y la propuesta de Shyamalan llega a ser un "todo vale" tan absurdo que tiene su encanto. Lo excesivo del personaje de Josh Hartnett, que está magnífico, juega muy a favor de una historia muy poco creíble, y lo que maquina y ejecuta son constantes saltos de fe… puede que ahí esté el truco de Shyamalan. Mal para muchos, no es su mejor producto ni pretende que lo sea, así que en la media actual del maestro M. Night Shyamalan.

Alien: Romulus de Fede Álvarez. Mola sentarse en un cine a disfrutar de clásico ADN Alien de principio a fin. Alien: Romulus es una película fantástica con todos los elementos que se esperaban en ella, y más que nadie preveía. Es terrorífica, llena de referencias y repleta de fabulosos efectos prácticos que la hacen aún más disfrutable. De principio a fin estás viviendo una nueva odisea en el universo gestado por Dan O’Bannon y Ronald Shusett, construida con un detalle exquisito, y que no huye de la idea de unir un universo cinematográfico que para muchos estaba yendo por libre en sus dos últimos magníficos episodios. Todo lo contrario, aquí tenemos ese anillo único que todo lo gobierna, y que nos hace pensar que la salud de la franquicia sigue perfecta… y con un futuro que esperamos gratificante ("Alien: Earth" está ahí a la vuelta de la esquina).

Póster de Alien: Romulus
También uno de los pósters de Alien: Romulus

MaXXXine de Ti West. En esta ocasión estamos ante la película rara del año, no tanto por lo que muestra, sino por cómo lo muestra. Un giallo, un thriller a lo De Palma, una película sobre Satán en Hollywood, un viaje que en muchos momentos no tiene sentido, pero donde la lógica no tiene cabida viendo de dónde viene. MaXXXine es libertad absoluta, como lo eran muchas películas de la época que representa, donde los giros argumentales que te dejaban flipando eran perfectamente válidos. Me ha encantado de principio a fin. ¿Es MaXXXine el final de la relación entre West y la maravillosa Mia Goth? Pues vaya usted a saber.

Monolith de Matt Veseley. Termino esta entrada con una propuesta totalmente inesperada, una película compleja con una sola actriz enfrentada a una historia oculta en misteriosos archivos de audio y extrañas simbologías. Lily Sullivan, ahora conocida gracias a Evil Dead: Rise, lleva todo el peso de la historia y sorprende en este elaborado relato de ciencia ficción.

 

Si, estamos en octubre, pero tras un muy animado mes de junio, pues un no menos generoso julio. Cosas de cine y de plataformas de streaming, hay de todo. Lo que si es cierto es que el terror predomina con visionados como los de Un lugar tranquilo: Día 1, El último viaje del Demeter y la sorpresa De naturaleza violenta. Ah si, es el mes de Twisters y Deadpool y Lobezno… en fin, vamos al tema.

Un lugar tranquilo: Día 1 (A Quiet Place: Day One) de Michael Sarnoski. Pues en esas tenemos a Lupita Nyong’o, actriz total, Joseph Quinn, esperanzador actor salido del universo de "Stranger Things" y que también se pasó por Overlord, y Alex Wolff, el sufrido hijo en Hereditary, protagonizando (unos más que otros) este drama sobre la enfermedad, la ansiedad y la soledad disfrazado de película de terror. Extendiendo la invención de Brian Woods y John Krasinski se nos cuenta esta vez el caos de las criaturas en una gran ciudad, New York sin ir más lejos. Hasta aquí todo bien, pero el film se encorseta demasiado en el mayor de los dramas personales y la superación personal. Que sí, que la superación era uno de los leit motiv de las dos anteriores partes, pero también lo eran la familia y sobre todo el ansia de vivir… pero todo lo bueno de las dos primeras películas no está presente en esta.

Póster de De naturaleza violenta
Póster de De naturaleza violenta

El último viaje del Demeter (The Last Voyage of the Demeter) de André Øvredal. Un relato gótico más propio de un thriller que de una historia de terror. Aun teniendo la valentía de contar una situación dramática y evidentemente desastrosa para la tripulación del Demeter, Øvredal no encuentra el elemento que asegure un buen ritmo para evitar que la película se convierta en una aventura aburrida y bastante insoportable.

De naturaleza violenta (In a Violent Nature) de Chris Nash. Un original (por cómo se ha rodado) exceso gore que funciona mejor como película de terror-comedia que como película de terror propiamente dicha debido a estos excesos. Contiene uno de los asesinatos más brutales y salvajes jamás vistos, totalmente absurdo, sangriento y grotesco. Esto es lo bueno de la película, ¿y cómo disfrutarla?…. pues como un slasher demencial muy bien filmado, con sus propias reglas, pero teniendo en cuenta todos los tropos del género, locura y violencia, que puedes encontrar en algunos de los slashers de los setenta y ochenta.

Twisters de Lee Isaac Chung. Lo mismo que la película original pero intercambiado. Aquí hay un interés secundario que podría ayudar a escapar de la idea original (cazadores de tornados), pero el resultado es demasiado aburrido y lleno de clichés. Alguien busca una nueva esencia de Brad Pitt, pero por ahora sólo es una colonia. Que pase el tiempo y a ver qué pasa con su carrera.

El ministerio de la Guerra Sucia (The Ministry of Ungentlemanly Warfare) de Guy Ritchie. Curioso juego de espías sobre un grupo de inadaptados que se enfrentan a una misión imposible contra el poder nazi. Guy Ritchie hace un buen trabajo con un reparto muy simpático, pero quizá el tiempo empleado en construir la trama (o incluso en describir el I:M) hace que el conjunto no resulte tan fresco como se esperaba. La forma de construir las cosas es muy a lo Tarantino, pero de todas formas es entretenida. Una extraña mezcla de estilos, pero ninguno de ellos el propio de Guy Ritchie.

Deadpool y Lobezno (Deadpool & Wolverine) de Shawn Levy. Humor soez y repetitivo, esto es sobre todo Deadpool y Lobezno. No tan buena como las anteriores, una trama demasiado simple basada en sketches y humor de pitos donde solo se mencionan pitos, hace que la película a veces sea aburrida, a veces divertida, y a veces puro fanservice. Es gracioso todo el rollo con 20th Century Fox, pero también hay chistes que traspasan la 4ª pared, perdiendo su verdadera identidad. Quizás una mejor trama, no tan MCU (comprensible por otro lado), hubiera sido el broche de oro a una trilogía gloriosa. Lástima tantos chistes de pollas… al final aburre.

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Tras un verano muy movidito, recupero el tiempo no perdido, pero si aparcado en una esquina. Junio fue una gozada con varias joyas a disfrutar (El último late night, Cuando acecha la maldad, Godzilla Minus One o La primera profecía)… y otras dos que nada de nada (Los Vigilantes y En las profundidades del Sena).

El último late night (Late Night with the Devil) de Cameron y Colin Cairnes. El bombazo del pasado Festival de Sitges con un título en castellano que no pega ni con cola, llega de la mano de Filmin y se pone al alcance de todos tras una distribución en salas irregular. Es totalmente diferente. Inesperada, fascinante, terrorífica. Una brillante propuesta sobre un programa de televisión nunca emitido, que convierte un típico late night de los setenta en un macabro show donde las cosas suceden de una manera que nadie espera ni desea. Como he dicho… brillante.

Uno de los carteles de El último late night
Uno de los carteles de El último late night

Cuando acecha la maldad de Demián Rugna. En este caso la ganadora de Sitges 2023, que llegó a salas a principios de año pero que no pude ver hasta ahora. Violenta, salvaje y deprimente. Cuando acecha la maldad es un mal viaje al infierno, y a la toma de malas decisiones que llevan a peores situaciones. La primera parte de la película es brutal, sangrienta y desagradable, con uno de los momentos más violentos y perturbadores vistos en los últimos años en una película de terror, y con el folclore argentino asustándonos a cada minuto. La segunda parte como comenté es una espiral de mala suerte y peores decisiones, en la que los protagonistas intentan escapar de un destino inevitable. Jodida como pocas.

Godzilla Minus One de Takashi Yamazaki. Otra de 2023 que nos comemos en 2024 tras verse en unas cuantas salas afortunadas durante tiempo limitado, en este caso la tenéis en Netflix. Con el clásico tema musical creado por Akira Ifukube todavía sonando en mis oídos Godzilla Minus One busca su reflejo en el mejor clasicismo de películas icónicas de hace más de 50 años… y lo asimila como un guante. El drama está ahí, y Godzilla es el vehículo y el daño colateral de la vida de todos los personajes. Visualmente es fantástica, y el drama vital que sufre el protagonista es dramático nivel no salgo de casa en una semana.

Los Vigilantes (The Watchers) de Ishana Shyamalan. La tenía marcada como una de las esperanzas de este año, pero en su lugar tenemos una película de folk-horror aburrida, llena de personajes aburridos, con motivaciones aburridas y un final muy aburrido. La hija de Shyamalan quiere jugar en la liga de su padre, pero desgraciadamente sus esfuerzos no cumplen con las expectativas y requisitos. Esto es más un cuento de hadas fallido que un thriller de terror inteligente. Todo lo que rodea a la película quiere recordarnos el estilo de Shyamalan, pero los resultados están lejos de lo que podríamos pensar.

En las profundidades del Sena (Sous la Siene) de Xavier Gens. O aceptas lo imposible o no la soportarás. Acepta lo absurdo y ojalá puedas disfrutar de la película de tiburones más loca de la historia. Más en la línea de una película de la franquicia Sharknado, pero con un sentido de la tragedia que supera cualquier cosa que puedas echarte a los ojos. Esta es la única razón para finalmente sacarle algo de jugo. Carne de Netflix.

La primera profecía (The First Omen) de Arkasha Stevenson. Una película de terror fiel al género y muy top para este año. La primera profecía juega a un viejo juego, explicar por qué las cosas sucedieron como sucedieron en la clásica y grandiosa La profecía de Richard Donner. Puedes pensar que no es necesario entrar en razonamientos, sin embargo la historia propuesta es lo suficientemente inteligente como para ser considerada un muy buen origen para la saga. Retorcida, clásica, loca y referencial, terror del bueno, siniestro, malsano, del que acongoja. Un éxito que podéis disfrutar en Disney+.

Hit Man. Asesino por casualidad (Hit Man) de Richard Linklater. A caballo entre el drama romántico y la comedia absurda pero divertida, Hit Man. Asesino por casualidad es muy recomendable en algunos momentos, aunque un poco aburrida en otros. Glen Powell forma equipo con Linklater y juntos forjan un guión que adapta una historia real, haciéndola aún más simpática de lo que seguramente haya sido en el mundo real. En conjunto funciona, pero le falta algo… Pero no sé muy bien qué.

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Ya estamos en junio, pero echo la vista atrás y descubro que abril sigue sin ser revisado en el blog. Vamos por lo tanto con el cine de hace un par de meses, que no es para nada flojo… se vienen un par de meses que han molado mucho.

Godzilla y Kong: El nuevo imperio (Godzilla x Kong: The New Empire) de Adam Wingard. Arrancamos el mes con cine sin complejos, sin pretensiones, y directo a mostrar su dos únicas motivaciones: titanes zurrándose de lo lindo y humanos haciendo estupideces todo el rato. En el fondo diversión pura y dura, homenajes varios a lo más pulp y oculto de los universos Godzilla y Kong, y mil y una licencias para que la historia discurra por su camino. Se disfruta. Adam Wingard molas, Dan Stevens molas más.

Rebel Moon (Parte dos): La guerrera que deja marcas (Rebel Moon – Chapter Two: The Scargiver) de Zack Snyder. Comienzo diciendo que la anterior era mucho mejor. Es cierto que las secuencias de acción son marca de la casa y por lo tanto buenas, pero la trama gestada por Snyder es un total despropósito, a veces aburrida y otras totalmente innecesaria. Aquí Snyder completa su ciclada versión de Los 7 magníficos del espacio, por lo tanto, un remake de un film de serie B, que obviamente podría hasta considerarse una revisión muy libre de los clásicos Los siete samuráis y Los siete magníficos, pero donde sus 2 horas de cámara lenta no ayudan a dar gracia a una historia en el fondo completamente vacía.

Uno de los carteles de de Civil War
Uno de los carteles de de Civil War

Monkey Man de Dev Patel. Algo más que una muy buena película de acción con grandes secuencias de lucha, fin. Ha sido toda una sorpresa ver a Dev Patel (recordadle por Slumdog Millionaire o El Caballero Verde) no sólo como protagonista, sino también como director (debutante) y guionista. Patel da un paso al frente y cumple sobradamente con la confianza de nada menos que Jordan Peele, productor. El film equilibra sus poderes entre los marginados sociales, las creencias en las historias populares indias y la corrupción más allá de lo creíble. Notable.

El especialista (The Fall Guy) de David Leitch. ¿La comedia romántica del año? Tal vez. ¿El mejor homenaje jamás hecho a los especialistas de cine? Sin lugar a duda. Leitch se hizo a sí mismo como director de especialistas, luego rodó John Wick con su compañero Chad Stahelski… y ahora ha dirigido a Ryan Gosling y Emily Blunt en una divertidísima comedia sobre una historia de amor a lo grande entre un especialista (Gosling) y una directora (Blunt). La película está plagada de guiños al cine que homenajea, creciendo a toda velocidad gracias al propio Gosling, su carisma y su más que demostrada capacidad cómica. Blunt también está genial, acompañada también por la imponente Hannah Waddingham o Aaron Taylor-Johnson. ¿Lo más incomprensible de todo? Pues que un film divertido, casi ya de culto (tiempo al tiempo), metiéndose un batacazo en taquilla que confirma que hay cosas que no se entiende.

Abigail de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Radio Silence) Una de las tramas más involuntarias, retorcidas y absurdas de la historia, convertida en un brutal y explosivo baño de sangre. Divertido juego del gato y el ratón con un vampiro bailarín y 6 criminales sin cerebro. Todo sucede como era de esperar si bien los numerosos guiños (o plagios) a Abierto hasta el amanecer son muy de agradecer. Pura película de serie B con la siempre gran presencia de Dan Stevens, que nuevamente es lo mejor de un producto menor pero que se puede disfrutar con cariño.

Beekeeper: El protector (The Beekeeper) de David Ayer. WTF total… ¿qué ha pasado con David Ayer? Pues que se ha unido al guionista Kurt Wimmer, que tiene buenos trabajos (Equilibrium), pero otros bastante normaluchos. En esta Jason Statham mata a todo el que se le ponga delante, de las más diversas formas, y como si tal cosa, en un proyecto desenfrenado y salvaje. Todo lo que acontence es para pillarlo con pinzas.

Civil War de Alex Garland. Una obra maestra que, aunque se piense, no es tan distópica como parece, una película de madurez que es también una historia de despedida. Un film de ida y vuelta con la pérdida de la inocencia, por un lado, pero la constatación de lo aterradora y desgarradora que es la realidad por otro. Un viaje a las entrañas del sinsentido y de los bandos, donde se puede averiguar hasta dónde pueden llegar las mentes más crueles y extremas. Visualmente asombrosa, descarnada y violenta, pero perfecta sobre cómo evolucionarán tristemente las cosas en un mundo no tan lejano. Arriba de todo en este 2024, Garland nunca ha defraudado.

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Venga, arranca mayo y hay que recuperar lo visto en marzo. Abril ha sido una maravilla en cine, así que se vienen cosas interesantes para recomendar en unos días. Vamos sin embargo con marzo que en tema de estrenos en cine… pocos, o muy pocos (los que pude ver). Fue un mes aprovechado para recuperar mucho de años anteriores, y nada mejor que comentar esas propuestas que me fueron flipando ese mes.

Dune: Parte dos (Dune: Part Two) de Denis Villeneuve. Nueva experiencia inmersiva de cine. La segunda parte de un maravilloso viaje a través de la gran creación de Frank Herbert. Soberbia, visualmente asombrosa, perfectamente realizada y desarrollada. Denis Villeneuve está un paso por delante de muchos otros, y aquí tenemos un nuevo buen ejemplo de cómo se hace el mejor Hollywood. Una superproducción a lo bestia.

Cartel de El insoportable peso de un talento descomunal
Cartel de El insoportable peso de un talento descomunal

Beau tiene miedo (Beau is Afraid) de Ari Aster. Un extraño viaje por la locura de Beau (madre mía como se transforma Joaquim Phoenix). Sus sueños, sus recuerdos, su madre… la propuesta cinematográfica más extraña en lo que va de carrera del autor Ari Aster se acerca a la frontera entre su cine y otros de enfants terribles como David Lynch. Extraña y totalmente inesperada.

The Innocents (De uskyldige) de Eskil Vogt. Ya nos lo confirmó Chico Ibañez Serrador, el verdadero horror tiene cara de niño. Inquietante y terrorífica de principio a fin. Un perfecto What if de los descontrolables límites de las mutaciones si estas existieran. Los X-Men del puro miedo. Muy recomendable.

Damsel de Juan Carlos Fresnadillo. Pese a que Millie Bobby Brown está más cerca de ser un producto de la factoría de Hollywood que una actriz con estilo propio, el resultado final no está tan mal. Historia de fantasía sobre una princesa que triunfará donde los hombres fracasaron y murieron (ya lo hicieron otras reinas como Ripley o Sarah Connor). Aunque es una oda a todoterrenismo más desbocado es entretenida, algo que Netflix no suele ni alcanzar pese a las ingentes cantidades de dinero que invierte.

El insoportable peso de un talento descomunal (The Unbearable Weight of Massive Talent) de Tom Gormican. Nicolas Cage como Nick Cage en una película de Nicolas Cage. ¿Qué se puede esperar? Pues un joven Nick Cage salido directamente de Corazón salvaje dando consejos en una película única e irrepetible a un ya pasado de vueltas Nick Cage (tal cual es ahora). Demostración de que este señor no para de reinventarse y que en los últimos años es todo un "sí, dame más". Muy divertida en los dos primeros actos, más seria en el último… si bien el apoyo de Pedro Pascal es genial y clave para mantener el ritmo.

La maravillosa historia de Henry Sugar (The Wonderful Story of Henry Sugar) de Wes Anderson. Sencillamente hermosa. Nada más. Una emotiva y reveladora maravilla.

Fumar provoca tos (Fumer fait tousser) de Quentin Dupieux. Incroyable mais vrai… como diría su director. El cine de Dupieux es para quedarse siempre a verlo, disfrutarlo y fliparlo. Idea surrealista sobre unos superhéroes de traje de latex, enfrentados a criaturas kaiju al modo Power Rangers / Ultraman, que se piran de descanso espiritual. Paja mental mayúscula que no tiene desperdicio, que visita ya de paso el mundo sucio de Meet the Feebles de Peter Jackson.

American Fiction de Cord Jefferson. Una historia sobre los estereotipos raciales mientras se vive una vida triste en la que para más INRI las cosas no son nada agradables. Una película sobre el racismo, sobre cómo el camino fácil y sin complicaciones suele ser el que genera el mayor de los éxitos, pero también sobre la vida de una familia donde todo sale mal (o peor según se vea). Una buena forma de reírse de gran parte del modelo cinematográfico que se nos ofrece desde la meca del cine. Una película muy inteligente.

Cartel de El insoportable peso de un talento descomunal
Cartel de Fumar provoca tos

Noche de paz (Silent Night) de John Woo. Producto "kill them all". El cine mudo vuelve (forzado), pero ahora en un muy violento desmadre donde el protagonista principal clama venganza. La película está bien hecha, pero John Woo, de alguna manera, ha perdido su pegada, esa que disfrutamos en clásicos como Hard Boiled, The Killer o A Better Tomorrow, u otras películas más modernas como Face / Off o Paycheck. Joel Kinnaman muta para transformarse en una especie de Castigador que mata a todos los gánsteres posibles y más. Sota, caballo y rey, no hay más.

Road House de Doug Liman. Regresamos al cine de los tipos duros que pasó de moda, o que se quedó afincado en otras décadas. Doug Liman hace un buen trabajo, pero extiende el metraje un poco más de lo esperado. La película no escatima en momentos divertidos, peleas violentas pasadas de rosca y cuenta con la presencia del luchador de la UFC Conor McGregor. Jake Gyllenhaal , ciclado cosa fina, hace bien su trabajo. Entretiene, que no es poco.

Studio 666 de BJ McDonnell. Divertida película de terror/comedia, pelín orientada a la autopromoción de la banda Foo Fighters. Pero curiosamente, el resultado es divertido, bien trabajado principalmente por Dave Grohl (ex batería de Nirvana), repleta de potentes momentos gore, con un generoso pack de víctimas y algunos pequeños pero agradecidos giros. Además, está el cameo de John Carpenter.

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Confesión de febrero: muy poco nuevo visto en cines, Vermin. La plaga y Argylle, mucho visto en plataformas y que tenía pendiente, One cut of the dead, Corten!, The Man from Earth, Elvis o Come True, y desastres titánicos del mundo comiquero como The Marvels o Morbius. Marzo es más completito, en unos días, y abril a ver si pillo ritmo que me he ido una semana de vacaciones y el cine lo he dejado totalmente de lado. Al tema.

Vermin. La plaga (Vermines) de Sébastien Vanicek. Una muy buena idea, empieza como una historia de terror del bueno, de las que te dan cosa y provocan que te pique el cuerpo, pero acaba como una monster movie imposible de dimensiones inesperadas y totalmente descontrolada (Arach Attack / Eight Legged Freaks). Esto es lo más curioso, el salto que da de esa perspectiva de verdadero horror por culpa de una araña que se siente amenazada, a un survival horror más en la línea de films o videojuegos de de zombies popularmente conocidos. Cumple y eso vale.

Argylle de Matthew Vaughn. No es lo mejor de Vaughn, de hecho, es lo peor, pero estamos ante una divertida película de acción con un comienzo francamente esperanzador y molón, que salta a una disparatada yincana de dobles y triples juegos demasiado complejo de seguir, y que para más INRI trata de acabar en un final interminable… hay tres o cuatro intentos por parte de Vaughn de finalizar la película, pero la alarga hasta al hastío en un aburrido bucle de chorradas que no tienen fin. La escena final y la escena extra son… no sé qué pensar hacia donde quiere ir el director (ojalá cambie el chip). Lo mejor es el costosísimo reparto encabezado por Sam Rockwell, Bryce Dallas Howard, Henry Cavill, John Cena, Richard E. Grant, Bryan Cranston o Samuel L. Jackson. Menudo fiasco económico el film este, fracaso monumental.

Póster de Come True
Póster de Come True

One cut of the dead (Kamera o tomeru na!) de Shin’ichirô Ueda. La original. Divertida pero muy barata, verla después de la versión francesa juega en su contra, sin embargo, hay que agradecer la fantástica idea, aun considerando que ya hemos visto otras películas como esta: Bowfinger es hasta ahora la mejor y la mas grande de este tipo.

Corten! (Coupez!) de Michel Hazanavicius. Un divertido remake de una película de terror de zombis casi fandom dirigida por un director de Oscar (The Artist por si no lo recordáis). Es divertida. Un buen homenaje al cine amateur y un brutal copy & paste (con muchos más recursos) de la película japonesa anteriormente comentada. Lo dicho, hubo un tiempo en que Hazanavicius ganó un Oscar… uno y no más, Santo Tomás.

The Man from Earth de Richard Schenkman. Film de 2007 que con poco o nada, una habitación y actores como el habitual secundario David Lee Smith, Tony Todd (el verdadero Candyman) o William Katt (icónico en Carrie, House, una casa alucinante o la serie de nuestra infancia "El gran héroe americano"). Totalmente sorprendente, inesperada, inteligente, desafiante. Un buen ejemplo de cómo la ciencia ficción puede ofrecer películas realmente buenas con nada.

Elvis de Baz Luhrmann. Sencillamente diferente. Única y por momentos colosal. Lleva la triste vida de Elvis Presley al hiperbólico y enérgico mundo de Luhrmann. Austin Butler está increíble… hay que ponerle la marca de actor obligado para ver con qué nos sorprende en la próxima.

Come True de Anthony Scott Burns. Han pasado ya un par de meses y sigo pensando sobre lo que vi, sobre lo que era verdad y lo que no. Sobre la posible falsa realidad que nos quieren enseñar, pero que no se puede saber si es realmente falsa o totalmente verdadera. Come True es la típica peli de ciencia ficción independiente (véanse joyas como Coherence, Seguridad no garantizada, Moon, Primer o Los cronocrímenes), con una gran propuesta que juega contigo hasta que te das cuenta de que está en tu mano decidir qué estás viendo realmente. Fabulosa.

Lo peor del mes han sido estas dos penurias comiqueras. El género se está agotando cosa fina. The Marvels de Nia DaCosta. Mala. Aburrida. Otro despiste más de Marvel y un claro ejemplo de que más allá de los grandes personajes principales la famosa compañía no está mostrando una propuesta convincente. Lo que más pena me da, que DaCosta haya caído aquí tras la muy molona revisión de Candyman. Morbius de Daniel Espinosa. Otro que también hubiera hecho mejor quedarse en el cine de terror tras la muy recomendable Life. Esta del universo Marvel es malísima… esperando por la siguiente.

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Me despisto y no me decís nada. Me pongo con las pelis de enero que más tilín me hicieron, comenzando por la rareza Saltburn y terminando con la wesandersoniana Asteroid City. Hay muchas cosas interesantes para disfrutar, y enero de 2024 puede clasificarse como el mes del surrealismo cinematográfico.

Saltburn de Emerald Fennell. Este 2024 arrancó con el estreno en Prime Video de Saltburn, sin lugar a duda una de las películas más raras que te puedes echar en cara en estos momentos. Una obra sobre la manipulación, los excesos, las drogas, vivir la vida loca y… el vampirismo en el peor sentido de la palabra. Vamos, una maravillosa oda a los parásitos. Y sí, Saltburn puede ser la primera película de terror del año y cuenta con un buen grupo de sanguijuelas como protagonistas. El reparto cuenta con unos cuantos rostros conocidos como los de Barry Keoghan, Jacob Elordi, Richard E. Grant, Rosamund Pike o Carey Mulligan. A los mandos la Fennell, responsable de la maravillosa Una joven prometedora (Promising Young Woman) y guionista de la no menos genial "Killing Eve".

Póster de Pobres criaturas
Póster de Pobres criaturas

La sociedad de la nieve de J.A. Bayona. Nueva versión de la tragedia de los Andes, adaptada con un enfoque más preciso, riguroso, y desde un punto de vista mucho más duro y realista. La película de Bayona es más cercana, emotiva y basa su narrativa en principios fundamentales como el liderazgo, la amistad y el sacrificio (factores que movieron a aquellos que pasaron lo indecible durante el transcurso de la tragedia). La historia es bastante dura, desagradable, cruda y más cruel que la versión hollywoodiense de los 90.

Yannick de Quentin Dupieux. Extraña, aunque esperada, estamos ante 67 minutos del clásico surrealismo salido de la mente de Dupieux. Aun con todo, es una película rara hasta para el propio director francés, con un argumento que pasa de la comedia de su primera mitad, a la seriedad de la segunda. Dupieux siempre cumple como ser desconcertante, su cine es así y por eso gusta. Esta vez nada es esperado, nada es habitual, todo es esperpéntico, y el final, cortante donde los haya, te deja con el culo muy torcido.

Los que se quedan (The Holdovers) de Alexander Payne. El film protagonizado por un genial Paul Giamatti es una mezcla de El club de los cinco (The Breakfast Club) con El club de los poetas muertos (Dead Poetry Society), aunque dividido por 5, y una notable amalgama de momentos entrañables y mucha personalidad. Sin dudarlo estamos ante uno de los mejores films de este nuevo año. Conmovedor, cercano, muy triste pero en cierto punto, reconfortante y agradecido.

No tengas miedo (Cobweb) de Samuel Bodin. El director de la aplaudida serie "Marianne", propone un "Cosas de casa" ("Family Matters") pero vista desde el lado más oscuro de la familia. Buena película de terror esta protagonizada por Lizzy Caplan (Monstruoso) y Antony Starr ("The Boys") que sigue el subgénero de miembro inesperado en el seno de una familia estándar. Podría verse como una versión también blanca de ¿Dónde te escondes, hermano? (Basket Case), pero con una pareja de padres bastante raros dando una muy dura educación a su débil hijo. El misterio más allá de las paredes juega en la liga de las criaturas japonesas que tanto mal rollo nos ha dado desde Ringu. Notable.

Pobres criaturas (Poor Things) de Yorgos Lantimos. Una de las mejores películas del año, si no la mejor, con referencias a la comedia de Monty Python, a la rareza de Jean-Pierre Jeunet y a las propias creaciones de Lanthimos. Pobres criaturas es un viaje único a la mayoría de edad de una nueva personalidad, sobre cómo la gente construye sus creencias, sobre cómo se toman decisiones para descubrir el éxito y los errores. Emma Stone clava el personaje y está rodeada por las soberbias interpretaciones de Willem Dafoe y Mark Ruffalo. Pobres criaturas es una montaña rusa entre la comedia pura, la comedia oscura, la comedia slapstick y un surrealismo visual digno de un cuadro de Dalí. Una puñetera joya.

Asteroid City de Wes Anderson. Cine curioso (como siempre), pero no tan sobresaliente (también como siempre). Está bien verla, pero con toda probabilidad sea una de las películas con menos encanto de ese maestro de lo único que es Anderson. El reparto, muchos habituales, está a un nivel que no se lo puede imaginar nadie salvo cuando se sienta a descubrir cada obra de este director.

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Publicado por Uruloki en
 

Muy sobre la campana, demasiado, pero como es menester es momento de revisar esas películas con las que a lo largo del 2024 podremos soñar (por las ganas que les tengo). De la lista hay una que ya aparecía el año pasado, Civil War de Alex Garland, pero es finalmente este año cuando se estrenará… así que de cabeza a la lista. Por otro lado, y no lo voy a negar, me subo al carro en modo ratilla porque se han anunciado un par de cosas a última hora que han hecho cautivo al mayor de mis intereses. En fin, vamos por lo tanto con las esperanzas del 2024 (que son unas cuantas):

Esas 20 que tengo grabadas a fuego para ver en este 2024... dios mediante
Esas 20 que tengo grabadas a fuego para ver en este 2024… dios mediante

MaXXXine de Ti West. El esperado cierre a la trilogía de Ti West y Mia Goth llegará a lo largo de este año siempre y cuando ciertas noticias no provoquen que todo se vaya al traste. Vuelve Maxine a dar la tabarra tras la gloriosa X ahora en Los Angeles de los años 80 en un terror del que comentan que estará a la altura del estilo visual y narrativo del maestro Dario Argento. Mil ganas, dios mediante. Elizabeth Debicki, Lily Collins o Michele Monaghan por ahí andarán (y seguro que alguna o todas morirán). También están e igual palman Kevin Bacon, Helena Bonham Carter, Bobby Cannavale o Giancarlo Esposito.

Love Lies Bleeding de Rose Glass. Qué os voy a decir, pues que fue ver el trailer, el ritmo, la trama y zasca… arriba de la lista. Katy M. O’Briany Kristen Stewart (diosa de productos raros) acompañadas por Jena Malone, el veteranísimo Ed Harris o Dave Franco. Historia de Lou (Stewart), una manager de un gimnasio que se enamora de Jackie (la O’Brian), una ambiciosa culturista que se dirige a Las Vegas para perseguir su gran sueño. Todo tomo un tono rojo sangre cuando la muy violenta y mafiosa familia de Lou, dignos de la Cañada Real, hace acto de presencia. Tiene una pinta electrizante.

Argylle de Matthew Vaughn. Nueva vuelta del cine pizpireto que cada vez mejor domina el director británico. Propuesta genial sobre una escritora (Bryce Dallas Howard) que ha creado un personaje en un mundo ficticio de espías imposibles. Lo curioso, cuando la realidad y la ficción dejan de mantenerse separados y todo es más real de lo que la máquina de escribir refleja. Reparto molón con Sam Rockwell, Henry Cavill, la Howard, John Cena y otros. Va a molar, y con suerte habrá un nuevo tema original de Take That.

Civil War de Alex Garland. Garland se apunta de nuevo a la ciencia ficción original, guión propio, con Civil War. En un futuro próximo, un equipo de periodistas viaja por Estados Unidos, y debe sobrevivir, durante una guerra civil que se extiende rápidamente por toda la nación y que enfrenta al gobierno con las nuevas "Fuerzas del Oeste" separatistas lideradas por los estados de Texas y California. Repartazo también con Kirsten Dunst, Wagner Moura, Jesse Plemons o Nick Offerman. ¿Distopia o realidad? Veremos.

The Fall Guy de David Leitch. Pues si, cine de palomitas con Ryan Gosling, Emily Blunt y Aaron Taylor-Johnson. Colt Seavers (Gosling) es un doble de acción curtido en mil batallas que vuelve a la acción cuando la estrella de una película de un gran estudio desaparece repentinamente. Su misión… rescatarlo. Comedia de las que te lo pasas teta seguro. Chorrada infinita de mano de David Leitch. Risa asegurada.

Alien: Romulus de Fede Álvarez. Pues eso, la criatura Alien en manos de Fede Álvarez… poco más que decir y más cuando no se sabe nada. Un grupo de actores poco conocidos haciendo frente a la criatura más molona de la historia de la ciencia ficción en el espacio. A esperar por la gloria.

Joker: Folie à Deux de Todd Phillips. No lo voy a negar, que el Joker se pase al musical y con Lady Gaga como su compañera Harley Quinn pues me llama la atención. Hay que ver este nuevo episodio de los Elseworlds.

Nosferatu de Robert Eggers. No tengo claro si molará o no, pero desde luego que el cine de Eggers no te deja indiferente nunca. Que si The Witch, que si The Lighthouse, que si The Northman, y ahora un nuevo viaje al origen de los vampiros con una nueva versión del clásico de los clásico Nosferatu. Buen reparto con Bill Skarsgård transformado en el Conde Orlok, Lily-Rose Depp, Willem Dafoe nuevamente, Emma Corrin, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson y el danés Claes Bang.

The Watchers de Ishana Shyamalan y Trap de M. Night Shyamalan. La familia unida permanece unida. Lo que une el terror que no lo separe el hombre. En el film de la hija tendremos a Dakota Fanning encarnando a Mina, una artista de 28 años que se queda varada en un extenso bosque virgen del oeste de Irlanda. Cuando encuentra refugio, se verá atrapada sin saberlo junto a tres extraños que son observados y acechados por misteriosas criaturas cada noche. De Trap no se sabe nada, y como siempre cuando menos mejor.

Mickey 17 de Bong Joon Ho. El director coreano se pasa por USA y se junta con Robert Pattinson, Toni Collete, Mark Ruffalo o Steven Yuen. La historia de un "prescindible", empleado enviado a colonizar un nuevo planeta helado en sabe dios donde. El tema, Mickey muere en cada una de sus misiones, y luego es regenerado en un nuevo cuerpo pero conservando todos sus recuerdos. Lo jodido del trabajo será descubierto por la última generación de los Mickey. Muy buena pinta.

Dune: Part Two de Dennis Villeneuve. Poco se puede decir, hay que terminar y va a ser a lo grande. Fin. Ah, Christopher Walken se suma a la saga, y Austin Butler como Feyd Rautha.

Furiosa: A Mad Max Saga de George Miller. Sobre esta tengo sentimientos encontrados. No niego que todo lo que hace Anya Taylor-Joy es santo de mi devoción, pero el trailer desvelado no hace tanto me ha dejado entre convencido y descreído. No lo tengo nada claro, no sé si Miller seguirá en lo más alto o si sucumbirá por culpa de su glorioso pasado.

The Ministry Of Ungentlemanly Warfare de Guy Ritchie. Pues otra que me apunto a última hora. Ritchie se hace un Tarantino y se saca de la manga y de sorpresa esta paranoia de acción macarra con Henry Cavill, Eiza González, Alan Ritchson, Henry Golding, Cary Elwes y Til Schweiger. Acción sin sentido, muertes por doquier, entretenimiento asegurado. Espero que no defraude estos los bastardos de Ritchie.

Spider-Man: Beyond the Spider-Verse de Joaquim Dos Santos, Kemp Powers, y Justin K. Thompson. El cine de animación a otro nivel. Poco más que decir, hace dalta cerrar el círculo abierto con otra flipada de la renovada visión animada del Spider-Man con cara de Miles Morales.

Longlegs de Oz Perkins. No es que el cine de Perkins sea la repanocha, pero siempre tiene algo curioso que ofrecer. Nicolas Cage (una de sus pelis del año) y Maika Monroe (me flipa) protagonizan un thriller de terror psicológico que sabe tú que carallo ofrece.

Termino con cosas de terror que tras verse el año en festivales llegarán ahora a cines. Stopmotion de Robert Morgan, Vermines de Sébastien Vanicek, y Late Night with the Devil de Cameron y Colin Cairnes. Todas ellas llegarán a salas en los próximos meses (o ya), y hay de todo, terror demoníaco y figuras de plastilina, arañas a cascoporro, y un clásico del engaño que se fue de las manos a la televisión británica en los años 70. Ah, también estrenará The Wolf Man el bueno de Leigh Whannell. El director de dos joyas de la ciencia ficción como Update y El hombre invisible (The Invisible Man). Otro en el que confío ciegamente.

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Pues nada, un poco sobre la campana llego con el top del año. En este 2023 me ocurre como el año pasado, del total de films vistos a lo largo del año me quedo con más de 10 porque el punto de corte lo marca las notas que he ido poniendo en la cuenta de Letterboxd. Como siempre no me limito al cine de género en exclusiva, si bien en todas hay algo que las acerca a un mundo enteramente inquietante. Seguramente no coincidiremos en todas, dudo que en ninguna, pero igualmente espero que esta entrada sirva para descubrir alguna cosa oculta (aunque este año no hay rarezas). Ah, entre este top 14 están dos películas del 2022, ambas estrenadas sin embargo en 2023 como suele ocurrir con las que cierran el año en USA. El resto es 100% este año…

Todas esas que mi hicieron tilín a lo bestia... por lo tanto las que más disfruté en 2023
Todas esas que mi hicieron tilín a lo bestia… por lo tanto las que más disfruté en 2023

Anatomía de una caída (Anatomie d’une chute) de Justine Triet. Vista en diciembre gracias al apunte de unos amigos, estamos ante una tremenda historia sobre el más descarnado análisis de la vida privada de una pareja a raíz de un aparente asesinato. No es terror, pero como si lo fuera. Terror por la ruptura de la barrera que protege la privacidad, lo personal y lo íntimo. Es una maravilla de película. A destacar la interpretación de Sandra Hüller y de Antoine Reinartz (el fiscal más detestable de la historia que podría convertirse en uno de los grandes villanos del cine).

Los asesinos de la luna (Killers of the Flower Moon) de Martin Scorsese. Otra que da miedo, y mucho. Un thriller angustioso donde campa a sus anchas el racismo más rancio, sucio y rastrero. La manipulación sobre las personas, el doble rasero, el mirar hacia otro lado, recelo por todas partes, y todo adaptando una historia real, lo que mete más canguelo si cabe. En este caso tenemos a Leonardo DiCaprio en modo superior (y bastante desagradable de aspecto), y un Robert De Niro en plena forma que no se queda atrás con el Antoine Reinartz del film anterior… vamos, hijoputismo ilustrado. Cine superlativo.

Oppenheimer de Christopher Nolan. De alguna forma lo nuevo del ya icónico director británico tiene también su dosis de terror. Terror por lo que supuso el descubrimiento del bárbaro Oppenheimer. Una historia hipnótica, una historia narrada desde tres focos diferente donde descubres lo espeluznante que fue el hecho de fabricar una bomba que segó la vida de decenas de miles de personas de un plumazo. He ahí su magia, contar algo terrible de forma que te mantenga cautivado de principio a fin.

Tetris de Jon S. Baird. Quizás la menos de género de todas las hasta ahora destacadas, pero una película que ha pasado modestamente inadvertida y que es, sin embargo, un diamante en bruto para el que guste de este tipo de narrativas. Una película audaz, sobre un hecho significativo en la historia de los videojuegos que nos cautivó a los que tenemos una edad. No hay terror, pero tienes a la divida Unión Soviética manejando a sus pobres compatriotas para vivir pobremente mientras les niegan un más que merecido éxito. A mi todo el cine que produce o realiza Matthew Vaughn me gana, en 2024 tendremos también nuestra esperada dosis.

Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves de John Francis Daley y Jonathan Goldstein. La mejor comedia de fantasía heroica en muchos años. Una delicia que rememora a grandes clásicos del género como Willow o La princesa prometida (The Princess Bride)… ya de regalo una retahíla de efectos especiales prácticos perfectamente combinados con lo digital, una cantidad de referencias a las míticas criaturas del D&D amén de otros grandiosos guiños, y más. Imparable en impagable. Veremos si tenemos continuación, si bien en estos casos cuando llega la segunda parte la suelen cagar bastante, así tal cual ha quedado es un 10 en toda regla, para la posteridad.

The Killer de David Fincher. Si bien Netflix suele adolecer de hacer bastante mierda si hablamos de cine y producciones propias, con la tontería 2023 vuelve a darnos la oportunidad de ver cine de los mejores directores de sus respectivas generaciones. En este caso una adaptación comiquera como pocas de la mano del mago Fincher, protagonizada por un Michael Fassbender metódico, solitario, neurótico y frío. Cómica, catártica, salvaje, violenta, The Killer es cine del bueno, cine con mayúsculas, cine de ese que te sientas y disfrutas por su ritmo, su fotografía y su adaptación, salida de las manos del nada manco Andrew Kevin Walker. Ya lo dije en su momento, hipnótica y paciente.

Babylon de Damien Chazelle. Estrenada en enero del 2023, viva esta carta de amor a uno de los momentos más grandes y traumáticos de la historia del cine, la aparición del cine sonoro y la clausura de los actores que habían crecido y triunfado con el cine mudo. Para cargar más el ambiente, una era de desfase, de total descontrol, de excesos y surrealismo vital. Loca, divertida, triste y emotiva. Brad Pitt genial, Margot Robbie superlativa. Castigada por muchos por su duración, debe disfrutarse como lo que es, una oda al séptimo arte que tanto disfrutamos.

Barbie de Greta Gerwig. Nada mejor que saber reírse de la vida misma. Si viste Zoolander y te reíste de la mofa que se hacía del mundo de la moda, poniendo a los modelos a caer de un burro, ¿por qué no hacerlo con Barbie y su puesta a caldo del ser humano masculino? La verdad, se le buscó de todo, y tristemente no todo el mundo supo disfrutarla. Una de las más divertidas comedias del año, con un número musical espectacular con un Ryan Gosling excelso haciendo uno de los bailes más simpáticos. Ya lo comenté en su momento, quién le iba a decir a la Gerwig que estaría aquí triunfando como pocas tras palmar violentamente en La casa del diablo(House of the Devil) de Ti West.

Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 (Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One) de Christopher McQuarrie. La saga de Misión Imposible es hoy en día el culmen del cine de acción, y esta primera parte del arco Sentencia Mortal es buena muestra de que no hay nada que la iguale… salvo la despedida de John Wick, claro está. Tom Cruise es la estrella por excelencia, el último gran gerifalte del género de acción que te deja catatónico ante la pantalla. Actor total, maestro de ceremonias con un carisma que ríete tu del magnetismo de Marilyn Monroe. Esperando la segunda parte, y cierre puede que de una era, pese a que no recaudó lo que esperaban de ella.

The Flash de Andy Muschietti. Mira que ha recibido golpes, mira que le han dado palos, mira que la han puesto de vuelta y media. Pese a todo eso a mi me encantó en su momento (y por eso me la he comprado para poder recuperarla cuando me venga en gana). Quizás fuera por el factor Batman / Michael Keaton, quizás el hecho de esa Supergirl con aspecto de Sasha Calle. Me la sopla la turra que nos han dado con los efectos visuales, me la trae floja lo que haya pasado con Ezra Miller, etc. The Flash moló, mucho más que la secuela de Aquaman, y con eso yo me quedé más que feliz.

Spider-Man: Cruzando el multiverso (Spider-Man: Across the Spider-Verse) de Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson. La obra maestra de la animación en este 2023 que ya ha terminado, seguida de cerca por Ninja Turtles: Caos mutante (Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem), pero bastante mejor que esta. Un espectáculo del estilo, un juguete gráfico que te deja atónito, una barbaridad de la composición y la imaginación. Nadie imaginaba que llegarían a este nivel tras la anterior parte de las aventuras de Miles Morales, pero llegaron y dieron un golpe en la mesa… aunque nos dieron viento con eso de tener que esperar a la conclusión puede que este 2024 o en 2025.

John Wick: Chapter 4 de Chad Stahelski. El fin de una era y el paso definitivo en cuanto a espectáculo sin parangón. Lo que fue la primera parte y lo que ha sido este fin de ciclo Keanu Reeves. Como gran regalo la escena del tiroteo desde el techo. Sencillamente la mejor secuencia de acción en años… pura magnificencia, asombrosa y épica. Fuera de todo alcance imaginable y seguramente copiada hasta el hastío de ahora en adelante. Este cuarto capítulo de la vida y obra de John Wick es un ejemplo de cine de acción coreografiado a la perfección. Echaremos de menos al personaje, pero siempre podremos acudir al soporte favorito de cada uno para verla de nuevo y decir eso de "menudo despiporre". Ah, flipante Scott Adkins maquillado como el Gordo Cabrón y repartiendo estopa a diestro y siniestro. Lo dicho, una joya.

Llaman a la puerta (Knock at the Cabin) de M. Night Shyamalan. Seguro que a muchos les molestará contar con esta en mi top, pero a mi el cine de Shyamalan es que me encanta. Haga lo que haga me parece original, y aunque al igual que con Tiempo (Old), había una libre adaptación de una obra original, en Llaman a la puerta el factor de las manos del director es vital para que el conjunto funcione a la perfección. Un thriller de terror bien dirigido, tenso, angustioso y apocalíptico. ¿Qué más se le puede pedir? Pues otra para 2024… o un par si puede ser.

Almas en pena de Inisherin (The Banshees of Inisherin) de Martin McDonagh. Otra maravilla para cerrar esta lista, no se comió un colín en los Oscar, pero ni puto caso. Divertimento puro, extravagancia supina, surrealismo de pueblo y personajes inconcebibles. Una historia curiosa, una razón para entender que las cosas ocurren porque si, sin razón aparente, pero ocurren y toca joderse y afrontarlas. La historia de dos ex-amigos llamados Pádraic Súilleabháin (Colin Farrel) y Colm Doherty (Brendan Gleeson). Que gustazo ver cine del director de Escondidos en brujas (In Bruges) o Siete psicópatas (Seven Psychopaths).

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Cierre de año, al menos en lo tocante a visionados, y abriendo camino a lo mejor del año y esperanzas del 2024… Este mes ha tenido de todo, desde la musical Wonka, pasando por las fantasías Aquaman 2 y Rebel Moon, la joya Anatomía de una caída, y la terrible Five Nights at Freddy’s. Al tema…

Rebel Moon – Parte 1: La niña del fuego (Rebel Moon – Part One: A Child of Fire) de Zack Snyder. Lo último del visionario y creativo director, que no le quepa a nadie duda de que lo es, es con tristeza un quiero y no puedo. En el desierto Rebel Moon existen espejismos de grandeza, un prometedor western del espacio, una versión pulp / serie B / rip-off de episodios diversos de la saga Star Wars (el reflejo Rogue One con ese equipo de inadaptados enfrentándose a un villano global)… pero en el fondo el visionado Rebel Moon se sufre por tener un guión aburrido, una trama aburrida, personajes variados pero aburridos y poco más. Lo peor, que Snyder nos venda a posteriori un director’s cut de 3 horas (que Netflix no ha estrenado). Y pese a todo, hay que ver la segunda parte, a ver si la cosa mejora y el universo Rebel Moon no se convierte en el epitafio de su carrera.

Uno de los carteles de Rebel Moon - Parte 1: La niña del fuego
Uno de los carteles de Rebel Moon – Parte 1: La niña del fuego

Wonka de Paul King. Se sienta uno a ver Wonka y disfruta de una sesión de pura fantasía, de puro Chalamet haciendo lo que mejor sabe hacer (de los mejores de su generación desde Call me by your name, pasando por Bones and all, y llegando a Dune…) La propuesta de King, responsable de esas joyitas tituladas Paddington, es divertida, emotiva, entretenida, hipnotizante, y por supuesto sobrecargada de chocolate y con suficientes momentos disparatados dignos del Willy Wonka más loco. Sin embargo no todo va a ser perfección, la película es bastante naíf a la hora de pensar en las locuras que haría un Wonka más adulto, si bien hay algunos elementos soterrados en la propia historia que si profundizas en ellos puedes empezar a ver la otra cara del personaje creado por Roald Dahl.

Anatomía de una caída (Anatomie d’une chute) de Justine Triet. Menudo suplicio pasas mientras ves Anatomía de una caída. Estamos ante la Santa Inquisición contra la vida en pareja. Un análisis ajeno de lo que haces en tu vida privada. Pura intrusión en lo personal para disfrute del espectador, y como bonus un juicio digno de los clásicos del género. Una joya de principio a fin, con una fabulosa Sandra Hüller que sufre lo indecible ante todo el mundo, pero sobre todo ante ese fiscal encarnado por un despótico Antoine Reinartz. Espeluznante y magistral al mismo tiempo.

Five Nights at Freddy’s de Emma Tammi. Lo queramos o no demasiado aburrida, e incluso peor que Willy’s Wonderland (que ya es decir). En este caso nada es rescatable, nada es interesante y con un Josh Hutcherson en horas muy bajas (y tan bajas). Nada es interesante pero si olvidable.

Aquaman y el reino perdido (Aquaman and the Lost Kingdom) de James Wan. Le decimos definitivamente adiós al DCU de la era Zack Snyder. Ha sido un placer ver su último episodio, aún considerándolo una película de una simpleza arrolladora. Visualmente es impresionante, no se puede negar, pero el guión es tan piloto automático que resulta aún más graciosa si la piensas con cierta profundidad. Jason Momoa se encumbra en la versión menos Aquaman de todas sus encarnaciones en el DCU, y demasiado más Momoa de lo que se debería esperar… por otro lado vale la pena aplaudir a Patrick Wilson como Orm, es increíble el gran rendimiento que le saca Wan a su actor fetiche, y de nuevo gracias al estudio por poner de nuevo a Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) como el gran villano. Por favor, vayamos a por la próxima.

Como recuerdo de otro tiempo, y cierro ya diciembre, me volví a ver Necronomicon de Christophe Gans, Shusuke Kaneno y Brian Yuzna. Una de esas olvidadas reliquias del género Lovecraftiano, con un par de segmentos (el de Gans y el de enlace de Yuzna) que ayudan a sacar pecho y tener toda la esperanza posible a la adaptación de "La llamada de Cthulhu" en manos de James Wan.

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