Hoy, último jueves de noviembre, es Acción de Gracias en todos los territorios de norteamérica salvo México. Las noticias al otro lado del charco son pocas o nulas dependiendo del portal en el que mires. Así que aprovecharé para recuperar un post que tenía ahí pendiente y que es la opinión del último film de James Bond.

Este pasado fin de semana pude acudir de buena gana a una de las ineludibles citas cinematográficas del año, el vigésimo segundo episodio del renovado e impactante subgénero en que se ha transformado, con merecimiento, todo aquello que rodea al icónico agente 007 del MI-6 británico. Curioso es sin embargo que cuando uno visiona Quantum of Solace (2008) de Marc Forster, el resultado es lo menos cercano al idolatrado pastiche del cachivache imposible que ha sido hasta hace poco la saga. El resultado en comparación con el Casino Royale (2006) del siempre solvente Martin Campbell es inferior en cuanto a la historia, guión y profundidad de los personajes, Quantum of Solace se descubre sin embargo como un film de acción interminable donde James Bond clama venganza y no duda en matar primero y preguntar después… con más fracaso que éxito en esta segunda tarea.

Uno de los carteles de Quantum of Solace

Retomando el genial final de Casino Royale, esa escena de James Bond (Daniel Craig) avanzando todo trajeado con un rifle de asalto hacia Mr. White (Jesper Christensen) es perfecta, continuamos en la batalla personal del agente secreto por acabar con todo aquello que le recuerde a Vesper Lynn (Eva Green). Razones tiene. La clásica escena inicial, donde la espectacularidad debe primar si o si, es una interminable persecución por estrechas carreteras alpinas al borde del Lago di Garda. Un Aston Martin, aquel cuyos hermanos acabaron en el fondo del mar matarile rile rile, es perseguido a velocidad de infarto por dos Alfa Romeo por estrechas carreteras de doble sentido plagadas de camiones y Carabinieri que no saben donde narices se meten. De ahí pasamos a unos títulos de crédito que recuerdan mucho más al modelo de la era gloriosa de Maurice Binder que al renovado estilo introducido con éxito en Casino Royale. Eso si, de la potencia del tema cantado por Chris Cornell, imprescindible "You Know My Name", caemos ahora en la electrónica, y mucho más clásica, "Another Way to Die" de Alicia Keys y Jack White. No es que no mole, a mi me gusta, pero hay que reconocer que viste menos.

La película se embarca desde ese momento en una línea de continuación donde hay menos hueco para la factoría Bond y más para la idea de narrar algo que debe seguir su curso regado con actuaciones violentas. El agente secreto por excelencia decide confiar en sus investigaciones, aportando como buen empleado notas a su superior M (Judi Dench), y ver hacia donde le llevan cada una de las pesquisas que caen en sus manos. Traiciones, malos entendidos, reencuentros, tragedias y nuevas chicas Bond con mejor o menor potencial, me quedo con la inocencia de "Strawberry" Fields (Gemma Arterton) antes que con la no tanteada explosividad de Camille (Olga Kurylenko), se ven engrandecidos con toques de humor bastante negro y las primeras socarronerías de las que Sean Connery hizo gala. En cuanto al villano, pues que decir… flojo. Creo que el verdadero potencial de Mathieu Amalric (Dominic Greene) se ha quedado en la sala de las ideas. Acompañado por un segundo que no ofrece interés como en otro tiempo, pierde más fuelle con su extraño plan, todavía sigue sin convencerme, y con la participación del General Medrano (Joaquín Cosio)… una de las historias más viejas de las agencias de inteligencia secretas en USA sirve para introducirlo en materia. Sigo pensando que Le Chiffre (Mads Mikkelsen) es como debe ser un villano de una peli de Bond.

En definitiva, un film la mar de entretenido pero que nuevamente nos deja con la maldita necesidad de ver como sigue la historia iniciada en Casino Royale, porque para mi no ha terminado. No quiero despedirme sin indicar que, como fan y adorador de Bond, espero que el tiempo me de la razón y que SPECTRE (Special Executive for Counter-intelligence, Terrorism, Revenge and ExtortionEjecutivo Especial para Contraespionaje, Terrorismo, Venganza y Extorsión) tenga algo que ver con Quantum… algo no puede ser tan grande sin ser fiel a la idea original (7 letras las dos palabras, se repite una vocal 2 veces, etc.)