Pues resulta que ayer pasó a mejor vida Nicolas Roeg, director de origen británico responsable de varios clásicos del cine más surreal. De sus manos salió por ejemplo una de las piezas más representativas del terror psicológico como es Amenaza en la sombra (Don’t Look Now), un giallo a la británica muy anterior al Berberian Sound Studio de Peter Strickland, protagonizada por unos atormentados Donald Sutherland y Julie Christie. La paranoia colorista digna del Luciano Tovoli de Suspiria, las escenas íntimas y escabrosas, el enano de turno, hacen de esta una de esas obligadas para el fan del género. Por otro lado tenemos la muy extraña El hombre que cayó a la Tierra (The Man Who Fell to Earth) con un David Bowie en modo lisergia pura merced a ese visitante que a lo Klaatu se viene a la tierra con un objetivo que tomará caminos inesperados. En fin, los dos más claros y conocidos ejemplos del cine extravagancia de Roeg. Que ojo, por ahí adaptó también a Roald Dahl con la raruna La maldición de las brujas (The Witches), y propuso dramas más allá de los personal con Eureka, Contratiempo (Bad Timing) o Walkabout.

El rojo, color predominante en Amenaza en la sombra
El rojo, color predominante en Amenaza en la sombra

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