Tras una larga espera Marvel Studios nos presenta Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (Guardians of the Galaxy Vol. 2) y pone de nuevo rumbo a la comedia mainstream más desenfadada como ya hiciera en su primera parte, pero, eso sí, explotando mucho más que su predecesora aspectos emocionales que seguramente tocarán la patata a más de uno. James Gunn sigue haciendo suyo el producto, es evidentemente fresco, aunque esta vez las circunstancias le obliguen a encorsetarse más en el modelo Disney, por lo que Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es un film para todos, grandes y pequeños, y hay que cumplir con su verdadero y único cometido… entretener y hacer disfrutar al público. Lo logra aunque en el fondo sea más plano que la genial primera entrega.

Esta segunda parte deja de lado la grandeza aventurera de la anterior, en aquella además de presentarnos a todo el grupo se vinculaba a los héroes directamente con el hito final que veremos / viviremos en Vengadores: La Guerra del Infinito (Avengers: Infinity War, 2018), y centra su historia 100% en los personajes protagonistas indagando en mayor o menor medida en lo personal de cada uno como es la paternidad de Starlord (Chris Pratt), ya no es sorpresa que Ego (Kurt Russell) es su padre, la relación entre las hermanas Gamora (Zoe Saldana) y Nebula (Karen Gillian), la completa sensación de abandono que sufre Rocket (Bradley Cooper) o la sobreexplotación de lo entrañable que resulta ver todo lo que hace Baby Groot (Vin Diesel)… estaba claro que tenía que ocurrir. Sorprende sin embargo, aunque seguro que más de uno lo entiende como necesario, la completa gimlificación de Drax (Dave Bautista), haciendo de un personaje permanentemente fuera de onda en la primera, de ahí su gracia, un trasunto de bufón que, por momentos, no pega ni con cola y hasta resulta cansino. Eso sí, el film recupera con gran acierto otras presencias que ya nos acompañaron en la anterior historia como Yondu (Michael Rooker), y se vale para argumentar ciertas razones no aclaradas en el pasado que de paso relacionan más íntimamente a nuestros personajes.

Guardianes de la Galaxia Vol. 2 no obstante se mueve dentro de un envoltorio repleto de espectáculo espacial donde destacan las frenéticas persecuciones / batallas espaciales con los Soberanos, o el despiporre visual que es Ego en si. Vale también para disfrutar de las mil referencias a los cómics con la presencia de la raza de los Vigilantes, ese vistazo al verdadero planeta comiquero Ego, o el guiño modo evidencia a la futura presencia de Adam Warlock (entre otras muchas). Además, pone el foco sobre dos personajes que no creo que tengan continuidad pero que están ahí y que resulta simpático ver. Mantis (Pom Klementieff) no es que aporte demasiado creo yo, y Stakar Ogord / Starhawk (Sylvester Stallone) hasta podría formar parte de Guardians of the Galaxy Vol. 3. Desde luego Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es entretenida. Tiene chistes frescos, absurdos y forzados. Juega con las emociones, bravo, y se nos clava en las retinas y en la orejas como ya hizo su anterior parte. Eso sí, no transmite y no llega al fondo como si logró su predecesora.

El cartel de Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es un despiporre de color
El cartel de Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es un despiporre de color