Muchos han sido los años de espera. Mucho ha sido el tiempo que se ha tardado en regresar a uno de los universos literarios de fantasía más grandiosos de la historia. El retorno a la Tierra Media en pantalla grande es nuevamente posible gracias al noble arte del equipo creativo que a principios de siglo nos ofreció la adaptación al cine de «El Señor de los anillos». Peter Jackson, Fran Walsh, Phillipa Boyens, y esta vez contando con Guillermo del Toro en el guión, han puesto en marcha la traslación al cine de la obra «El Hobbit» añadiendo de paso los apéndices y anotaciones realizados por J.R.R. Tolkien. El resultado, estirado o no, son tres películas, de las cuales se estrena la primera de ellas… El Hobbit: Un Viaje Inesperado (The Hobbit: An Unexpected Journey, 2012). Cuando uno es fan incondicional de la obra no puede evitar perder la posible objetividad a la hora de opinar, ya sea para bien o para mal. En mi caso he de reconocer que este primer episodio de la gran aventura de Bilbo Bolsón me ha parecido una auténtica delicia, un film que como la obra nos descubre con extremo detalle la plácida vida de un Hobbit y como esta se ve trastocada por completo debido a una propuesta a la que acaba dando el si. Lo que está claro es que Jackson tiene tomado el pulso a la obra de Tolkien y por ello ha decidido no cambiar un ápice de los cánones que definió con las películas de la pasada década. Técnicamente ha evolucionado, eso es innegable, pero conceptualmente es más de lo mismo. ¿Bueno o malo? Pues según se quiera ver, creo que no incomoda y más bien ayuda a henchir de nuevo el pecho ante este emocionante regreso.

Póster español de El Hobbit: Un Viaje Inesperado
Póster español de El Hobbit: Un Viaje Inesperado

Voy a obviar el típico resumen de la sinopsis que pongo en las opiniones porque, la verdad, no lo veo en este caso demasiado necesario y así puedo aprovechar para hablar más sobre mis impresiones. Me ha parecido francamente curioso el punto de partida de la película, ese enlace con los minutos previos a La Comunidad del Anillo (The Lords of The Rings:  The Fellowship of The Ring, 2001) sirven para un doble reencuentro con la versión anciana de Bilbo, nuevamente Ian Holm, y con nuestro apreciado Frodo, Elijah Wood. Este breve instante de recuerdo es rápidamente derivado a la nueva aventura. Aquí por lo tanto entramos en verdadera faena conociendo al Bilbo Bolsón que protagoniza esta nueva historia y que encuentra en Martin Freeman los valores de un actor asentado y francamente carismático que logra de inmediato hacerse con la gran carga que supone el papel. Su presentación sirve para reencontrarnos también con Gandalf, Ian McKellen, y conocer a esta nueva comunidad de aventureros encabezados por Thorin Escudo de Roble, Richard Armitage es algo así como un clon de Hugh Jackman que sí nada se tuerce acabará copando las pantallas durante los próximos años. Seguido a esto la apuesta ha sido explotar con desigualdad al resto de personajes, usando como referente  a aquellos que van a dar mucho más juego conforme avance la historia. Destacar las aportaciones de Balin (Ken Stott), Dwalin (Graham McTavish), Bofur (James Nesbitt) y Kili (Aidan Turner), quedando el resto en un segundo plano limitado a aportaciones puntuales. Luego tenemos un momento destacado para Radagast (Silvester McCoy), otro de los cinco Istari, al que se le da un poco aspecto caricaturesco pero igualmente entrañable, o a viejos conocidos como Elrond (Hugo Weaving), Saruman (Christopher Lee) o Galadriel (Cate Blachett). Pero lo que sin lugar a dudas es uno de los momentos más alucinantes de la película es la aparición de Gollum (Andy Serkis), su encuentro con Bilbo queda grabado a fuego dada la impresionante evolución de los efectos visuales en el aspecto más vital del personaje.

En fin, en conjunto la película es francamente entretenida. Obligadamente más pausada al principio pero entrados en dinámica uno se acaba metiendo  de lleno en ella. Está repleta de esos pequeños pero importantes momentos que figuran también en la  novela como por ejemplo las menciones a los otros dos Istari de los que no sabemos los nombres, la referencia a Ungoliant o al origen del juego de golf. El arranque es aprovechado de todas forma para presentarnos Erebor y las razones de Thorin para volver a la montaña en la que vive Smaug, y parte del metraje sirve para recrearse en un nuevo personaje que no recuerdo de la obra escrita.

Hablemos un poco del aspecto técnico del film. Gran nada banda sonora, grandes efectos especiales, gran fotografía, gran maquillaje, gran vestuario, etc. Hasta aquí lo esperado, pero lo más rompedor es el uso del HFR, los famosos 48 fotogramas por segundo, con un excelso, porque no cabe otra definición, 3D. En mi caso el HFR ha servido para quedarme maravillado con las secuencias de planos más generales, la definición es sencillamente apabullante, pero al mismo tiempo un poco desconcertado con la apariencia de artificial realidad de lo que estas viendo. Es todo tan como tenerlo ahí a mano que confunde, llevando en bastantes ocasiones a quedarte con la impresión de que lo que ves se pasa de vivacidad. No puedo negar que me ha gustado por este nuevo enfoque que se le da, pero personalmente usaría el HFR como el IMAX en muchas otras producciones, exclusivamente en determinas secuencias.

Pues eso es todo, estoy llegando a Foz para una ruta de senderismo y esto es lo que me ha animado el viaje. Espero con mucha atenciones vuestras impresiones sobre El Hobbit: Un Viaje Inesperado.