Frente a la christophernolanizacion del universo DC que regenta el señor de la noche Batman, y que continuará dirigiendo el año que viene un renacido Superman, Marvel Studios ha seleccionado el camino de la viñeta pura y el de trasladar a conciencia los trazos más elaborados de su inmensa biblioteca. Tras fraguar durante cuatro largos años, no exentos de altibajos, las aventuras de uno de los grupos de héroes mas conocidos por los fans, optaron por trabajar con un gran conocedor de la materia para tratar lo que en otro tiempo se creyó utopia y que hoy sin embargo podemos alabar como realidad. Los Vengadores (The Avengers, 2012) de Joss Whedon marca el punto de inflexión o primer hito en el largo camino que le queda por recorrer a Marvel Studios mientras siga queriendo explorar el vasto universo de personajes que atesora. Estamos ante la primera gran aventura donde se combina un considerable número de egos con gran relevancia y ante la demostración de que bien elaborado, haciendo las cosas con tino y preparando a futuro, puedes lograr uno de los bombazos del año y asegurarte que de aquí en adelante tus seguidores y nuevos aficionados estén llamando a la puerta de la continuidad. Joss Whedon ha labrado una gran idea apoyado por el no menos fan Zak Penn, responsable de la base que ha definido lo que hemos visto en cines, la ha depurado como solo un conocedor del medio sabe hacer y se ha sacado de la manga un producto sobresaliente donde se aúnan alegremente gamberrismo comiquero y pirotecnia cinematográfica. Eso es lo que tiene contar con un tipo así, lo mismo que DC con su pieza maestra en el último lustro pero desde un prisma totalmente opuesto. La verdad es que Los Vengadores es una delicia en todos los aspectos; visualmente alucinante, con espacio para carcajadas que hacen llevar mucho mejor las más de dos horas de metraje, y tan respetuosa que no me puedo imaginar cómo va a lograr Marvel Studios mantener el nivel alcanzado.

Cartel español de Los Vengadores
Cartel español de Los Vengadores

Tras la destrucción del Bifrost y caer en el olvido, Loki (Tom Hiddleston) ha estado maquinando su gran retorno. Apoyado por una raza llamada los Chitauri, planea y roba el Teseracto, la pieza que le hace falta para llevar a cabo su maquiavélico plan. Al director de S.H.I.E.L.D., Nick Furia (Samuel L. Jackson), solo le queda una salida si no quiere que el destino del planeta esté en manos no solo de los invasores que están por venir, si no de mentes burocráticas que no ven más allá de su inconsciencia. Para ello decide actuar sin tapujos y volver a priorizar la iniciativa Vengador, un programa que se fue gestando a lo largo de los años y que ahora mismo estaba cogiendo polvo en el fondo de un cajón. Para ello Furia reunirá a los principales elementos del plan, un grupo de héroes que hasta ahora han trabajado más bien en solitario y que deberán limar asperezas y superar egos para trabajar en equipo. Iron Man (Robert Downey Jr.), el Capitán América (Chris Evans), Thor (Chris Hemsworth), Hulk (Mark Ruffallo) y dos complementos como Ojo de Halcón (Jeremy Renner) y la Viuda Negra (Scarlett Johansson), serán la única oportunidad del planeta para evitar el final del mismo… nacen Los Vengadores.

Y es que lo más importante del film y del trabajo de Whedon es la verdadera dificultad que plantea realizar un megaproducto de esta enjundia. Dar cabida a todo lo que se quiere contar sin que resulte caótico es harto complicado, pero Whedon marca un conjunto de pautas que va hilvanando hasta formar a una película sólida que se complementa a la perfección. El director / guionista ha conseguido lo más complicado de todo, y que salvo los dos primeros films de Marvel Studios se estaba echando en falta, equilibrio en todos los aspectos del desarrollo. Eso si, uno de los factores que ofrecen más apoyo para lograr este éxito es sacar todo el jugo posible a, por un lado, el histriónico carácter del inmejorable Tony Stark (Robert Downey Jr.), se ve donde hay tablas de actor y donde todavía hay que seguir mejorando porque se es demasiado joven como para hacer sombra a la absorbente personalidad ya no solo del personaje, si no del que lo interpreta, y por otro al renovado binomio Bruce Banner / Hulk, ese segundo héroe que pese al cambio de fondo, Mark Ruffalo convence, al fin asienta lo que se gestó hace unos años cuando Edward Norton era el que lo encarnaba. Junto a ellos tenemos al resto de personajes con un reparto equitativo de protagonismo y, mucho ojo, al reto al que se enfrentan, un Loki, genial nuevamente Tom Hiddleston, que domina a la perfección su situación y que logra ser omnipresente pese al hiperbólico final donde Whedon y Penn aplican un duro correctivo a la isla de Manhattan en forma de invasión Chitauri.

No se puede negar que como todo producto Marvel hasta el momento tiene instantes de flaqueza y debilidad, pero la frescura con la que Whedon logra que todo se ponga en marcha y alcance velocidad de crucero pone a Los Vengadores en esa línea que hasta ahora solo ocupaba Iron Man (2008). Ah, y la escena post-créditos… otro demostración de que las cosas hay que hacerlas poco a poco, con Los Vengadores has terminado de asentar una base elaborada durante un lustro, el futuro dirá si el segundo arco del supergrupo explota esta sorpresa o la sigue manteniendo como marionetista. Sencillamente magnífica.