Diana pero no de GalesDespués de un marchoso reencuentro con los viejos compañeros de carrera en la ciudad donde nadie es extranjero, vino el primer día de este necesario, y no al uso, fin de semana.

Nos reunimos como todos los viernes para echar unas partidas en casa de Master Blaster, pero la cosa no iba a acabar aquí. Fuimos a cenar algo al entrañable Mister Burger y luego nos juntamos Zoo Bamboo, Barbra, Master Blaster, Hanna, Dios y Uruloki para echar unos dardos en el bar La Armería.

Allí comenzó el mayor duelo jamás visto en esta ciudad por el dominio de la corona en el arte de los dardos. Como no, y gracias a nuestro viejo truco de "en que consiste este juego?", pudimos demostrar porqué nos llaman Los Profesionales del Dardo.

Con un par de tiros maestros salimos victoriosos y henchidos de felicidad por tan magnífica partida. Pese a las presiones imbuidas por Zoo Bamboo y Master Blaster, mis geniales bailes a los Michael Jackson y nuestros certeros lanzamientos a los BullsEye (Dios lanza como los ángeles), dejaron al resto del grupo boquiabiertos y cabizbajos.

Luego, la noche siguió entretenida y graciosa… pero eso es otra historia.

Tempus Fugit (me voy a comer)