Con todo el hype que se estaba levantando alrededor de este proyecto de factura española pero reparto internacional bastante impactante, las esperanzas sobre la nueva obra cinematográfica de Eugenio Mira estaban siendo muy grandes, y más tras el batacazo que resultó ser Agnosia (2010) en su presentación también en el festival hace unos años. Esta vez, ojala sea así siempre, el hype se justifica, y hasta diría que se queda corto, porque para regocijo del espectador Grand Piano (2013) roza la excelencia, mucho de esto debido a una puesta en escena, filmación y dirección al modo más clásico que bebe directamente de maestros del thriller como Alfred Hitchcock o Brian De Palma, y donde Mira se maneja como alumno aventajado. Si bien el guión de Damien Chazelle no es tampoco sobrecogedor ni magistral, resultará hasta conocido, el director se vale de un escenario mínimo en forma de auditorio repleto de un público entregado y un piano como protagonista casi absoluto para atrapar al espectador y contar la historia del pianista Tom Selznick (Elijah Wood), un prodigio que tras cinco años de silencio debido a un fracaso en su última actuación, regresa para homenajear a su gran maestro, ahora fallecido. Pero la sorpresa que se llevará Selznick será mayúscula, una nota escrita sobre su partitura le amenaza mortalmente si se le ocurre fallar si quiera una nota en su concierto. Ritmo frenético, situaciones inquietantes y muchos planos / montaje de obra maestra que recuerdan a las mejores obras de los ya mencionados De Palma y Hitchcock. John Cusack, Don McManus, Kerry Bishé y Alex Winter completan un reparto coral al que acompaña, como productor, el innovador cañí Rodrigo Cortés, este se la juega sin contemplaciones y por ahora donde pone el ojo pone la bala. La verdad, para vérsela de nuevo el 25 de octubre en cines… si es que me ha molado un huevo!

Cartel de Grand Piano
Cartel de Grand Piano