La semana pasada, tan pronto como la vi en el cine, ya os quería hablar sobre la nueva película de Spike Jonze, pero ha sido tal el frenesí de noticias y cosas que he tenido que hacer en este y otros ámbitos que no ha sido hasta ahora cuando he podido pararme a escribir sobre Her (2013).

Miremos pues al futuro, tristemente mucho más cercano de lo que imaginamos, y pensemos en una sociedad donde la comunicación lo es todo. Es tan todo que la soledad de Theodore Twombly, irrepetible Joaquin Phoenix, es combatida día a día con trabajo, algún que otro saludo a sus apreciados pero anodinos vecinos, saludad a Amy Adams, y mucha conexión. Ese marco de vínculos virtuales, donde se comparten experiencias alejadas del contacto, ahonda en la transformación de una persona que sufre al ver cómo su vida más "plena", viene de una ruptura con el personaje de Rooney Mara, ha cambiado por las circunstancias que generan esa completa conectividad que no es más que el causante principal de ese distanciamiento físico y personal al que se ha visto abocado. Y es entonces cuando el film nos da un golpe y añade un factor virtual más a la vida de Theodore, uno con voz de Scarlett Johansson, un ente artificial que aprende, conoce y, de manera mecánica y programada, informáticamente hablando, acaba por socializar y algo más con nuestro protagonista. El miedo a conocer, el temor o inseguridad ante relaciones personales que obligan a interactuar físicamente, véase el caso con Olivia Wilde, ese miedo al rechazo lo suple Samantha, ente virtual que de forma sencilla acaba aportando a la vida de Theodore aquello que había perdido. Jonze juega con muchos elementos íntimos, personales, acentuando la temática de la soledad pero sin dejar de lado la importancia que tienen las emociones en cualquier tipo de relación y máxime cuando el protagonista es una persona sensible capaz de meterse en la piel de todos aquellos que a través de su trabajo le solicitan escritos personales que son incapaces de redactar, e incluso imaginar. Comedia y drama, romance y ruptura, Her tiene de todo un poco y cuenta con un protagonista que rompe moldes y que actúa como el único elemento visual en una relación extraña y puede que, más pronto que tarde, hasta real.

Muy recomendable.

Cartel de Her
Cartel de Her