Pues ese momento en el que llegas al trabajo un lunes a primerísima hora y te suelta un compañero que ha fallecido Tony Scott, que se ha suicidado tirándose de un puente en Los Angeles. 68 años y una carrera a la sombra de la de su hermano que, sin embargo, se mantendrá presente sine die con buenas aportaciones a diversos géneros, prioritariamente la acción, donde vale la pena destacar el extraño film de vampiros El ansia (The Hunger, 1983) o las ya míticas Top Gun (1986), auténtica oda a la chulería y macarrismo patrio made in USA, las generosamente violentas El último Boy Scout (The Last Boy Scout, 1991) y Amor a quemarropa (True Romance, 1993), probablemente lo mejor de su carrera merced a un guion genial de Quentin Tarantino, o las francamente entretenidas Marea roja (Crimson Tide, 1995), Enemigo público (Enemy of the State, 1998), secuela / homenaje encubierto de La conversación (The Conversation, 1974), o las más recientes El fuego de la venganza (Man on Fire, 2004) o Déjà vu (Deja vu, 2006), esta curiosa pieza de acción con un reluciente y genial envoltorio de ciencia ficción. La verdad, una pena…

Tony Scott en el rodaje de Imparable
Tony Scott en el rodaje de Imparable

 ACTUALIZACIÓN  ABC News anuncia que a Tony Scott le diagnosticaron un tumor cerebral inoperable y que esta pudo ser la razón de su suicidio.

 ACTUALIZACIÓN 2  Parece ser que lo del tumor cerebral queda en duda. Así lo ha confirmado la viuda de Tony Scott. ABC News se retracta de lo dicho y dice no poder confirmar esta posible justificación del suicidio.