Peligrosa y preocupante es la confusión que se genera cuando vas al cine a ver El hombre de los puños de hierro (The Man with the Iron Fists, 2012) y te dicen en la taquilla… "la de Quentin Tarantino". Pues no, este film modo grindhouse que bebe directamente de la inagotable fuente que han sido las producciones Shaw Brothers es del músico RZA y, si se me apura, de Eli Roth, su aportación como guionista seguro que ha sido la que ha dado al resultado final esa apariencia de despiporre sanguinolento repleto de chascarrillos pero que, en el fondo, acaba resultando bastante flojo.

Desconozco las otras virtudes de RZA pero lo que sí hay que reconocer es que sabe hacer y producir música. Sus ritmos son inconfundibles y dando tono a un film de esta guisa son hasta vibrantes y molones. Pero eso es todo. La opera prima de RZA no es más que el debut de un artista cada vez más multidisciplinar pero que por otro lado deja claro que como director debe mejorar mucho, pero mucho, mucho. Pese a contar con el impagable apoyo de un tipo como Roth, co-guionista y productor del film, o del mismísimo Quentin Tarantino, nombre en mayúsculas en carteles y promociones, RZA no da la talla y todo el amor que profesa por las artes marciales, sobre todo el Kung-Fu, no es suficiente razón como para aplaudir un producto normalillo, disfrutable a impulsos, pero que en global se queda en el terreno del ni fu ni fa… y esto no es un arte marcial nueva. Y claro, si además de dirigir RZA se apunta al protagonismo y al vozenoffismo cinematográfico, pues otro tanto de lo mismo, y menos mal que se ha rodeado de amigotes como el gigantesco Russell Crowe y estrellas de origen oriental como Rick Yune, Lucy Liu, Jamie Chung, Cung Le, Daniel Wu o Chia Hui Liu. Con todos estos como materia prima el film levanta el vuelo mucho rato, sobre todo al principio, aunque la brutal carencia de carisma de RZA hace que sus momentos estelares se queden el algo anodino… y eso que le ocurren todo tipo de putadas y se parte la crisma con un tipo como el imponente Dave Bautista.

Uno de los muchos carteles molones de El hombre de los puños de hierro
Uno de los muchos carteles molones de El hombre de los puños de hierro vía IMPAwards

Estamos en la china feudal, diversas traiciones internas al gobierno del emperador llevan al lugar Pueblo de Selva a convertirse en el punto de encuentro de diversos clanes y variopintos personajes que no dudarán en partirse la crisma por hacerse con un botín de oro de esos que quitan el hipo. En medio del fregado tenemos al herrero (RZA), un misterioso tipo que se verá obligado a tomar parte en el fregado que se monta por ser el encargado de fabricar las más peculiares armas para auténticos asesinos. En su camino se cruzarán tipos como el cortante Jack Navaja (Russel Crowe), el hijo traicionado Zen Yi a.k.a. Cuchilla X (Rick Yune), la propietaria del burdel del pueblo Madame Flor (Lucy Liu) o el clan al completo de los Leones donde destacan León de Plata (Byron Mann), León de Bronce (Cung Le) o Cuerpo de Latón (Dave Bautista).

Técnicamente la película ofrece mucho y bueno. El grato, y en muchas ocasiones ligero, vestuario de las féminas que pululan por todas partes, una dirección artística notable y un generoso aporte de efectos especiales gore gracias a los siempre cumplidores Gregory Nicotero y Howard Berger de KNB EFX Group. En este aspecto aquí no se cortan un pelo combinando grotescos salvajismos donde predominan las amputaciones o los abundantes chorreos hemoglobínicos en modo sifón. Otro punto a favor son las coreografías del mítico Corey Yuen, a todos aquellos que os flipe ver gente volando y peleas imposibles que rememoren clásicos como La serpiente a la sombra del águila (Se ying diu sau, 1978) debe ver el nuevo trabajo de este especialista importado al cine made in USA. A destacar, y mucho, la secuencia de inicio, ese opening que te deja pegado a la butaca de lo magnífica y serie B que es… una delicia visual que te ponen en estado hype total pero que conforme pasa el metraje se acaba olvidando. En fin, se puede ver aunque es importante saber que hace aguas por todas partes.