Se apagan las luces y, tras los trailers de rigor, suena la conocida fanfarria del desquiciante juego de la Konami. Hoy he ido a ver Silent Hill (2006), la adaptación al cine del famoso juego de terror, hay que reconocer que el resultado final no ha estado mal del todo y supera con creces a cualquier otra adaptación de juego del cine moderno de los últimos años. Un film bastante entretenido, que hay que aceptar que tampoco es la pera, por momentos resulta insulso, pero que sin lugar a dudas ofrece un buen ritmo, buenas dosis de terror, dos horas de entretenimiento asegurado y, sin lugar a dudas, una agradable adaptación.

Pero que mal lo pasa uno de vacaciones por Silent Hill

No soy un gran fan del juego, de hecho creo que lo jugué una única vez en mi vieja Play Station gris y me puse tan nervioso que lo dejé. El film de todas formas transmite sin contemplaciones las mismas sensaciones, clavando muchas veces las famosas situaciones de la cámara en la parte superior para darnos una perspectiva como de control sobre la protagonista. Los ambientes son igual de enfermizos, las criaturas creadas por Patrick Tatopoulos son sencillamente geniales, la historia es bastante potable y todo lo que transcurre en el film llama la atención. En algunos momentos parece que el film flojea de ritmo, pero al cabo de un rato regresa con fuerza gracias a la famosa sirena que da aviso de la llegada de la oscuridad y de la aparición de bizarras criaturas que recuerdan en muchos momentos a los cenobitas de Hellraiser (1987).

Al frente del proyecto tenemos al francés Christophe Gans, responsable de El pacto de los lobos (2001), Crying Freeman (1995) y del primero de los segmentos de Necronomicon (1994). El trabajo de Gans es bueno, para mi no es su mejor película pero esta incursión en el mundillo del cine americano con actores del lugar y sin contar con su actor fetiche Mark Dacascos se merece una buena nota. El film recae básicamente sobre el personaje de Radha Mitchell y luego en menor medida sobre Sean Bean, Laurie Holden y la chavala Jodelle Ferland. La Radha se lo curra bastante bien de Scream Queen y se pasa media peli corriendo y gritando ante todo lo que se le hecha encima.

La música del film, que no hace más uso de la conocida fanfarria que el detalle inicial, está bastante bien, recomendable para una partidilla de rol de Cthulhu o algo por el estilo. En fin, buenas dosis de terror, como bien dijo alguien una suculenta ración gore final y unos efectos clásicos muy currados que combinados con algunos escenarios digitales no desentontan! Que se lo comenten a los grandes del cine… más vale usarlo poco y buscar escenarios reales, o en su defecto construirlos.