El pasado 26 de junio tuve la oportunidad de acudir junto a otros bloggers españoles a un pase especial de Toy Story 3 (2010) de Lee Unkrich montado con esmero y dedicación por la gente de Walt Disney Pictures. Salvo una pequeña preview, he dejado pasar el tiempo sin comentar nada hasta hoy porque tengo ganas de leer vuestras impresiones sobre esta magnifica y emocionante tercera parte de las aventuras de Woody (Tom Hanks) y Buzz Lightyear (Tim Allen). Porque sí. Debéis verla, tanto si tenéis hijos como si no. Porque en el primer caso está justificado, y casi obligado. para que vean lo que son las aventuras y como se puede representar los imaginativos sueños que atesoran, y porque en el segundo caso, el mío por ejemplo, es un emotivo paseo por tus años más infantiles / juveniles, porque te reconoces en muchísimos de los aspectos y porque te das cuenta que todo el mundo se hace mayor, y que, sin embargo, no es necesario crecer tanto como para olvidar aquellas épocas de fantasía, aventura, juegos e imaginación. Porque, como ya dije en su día, Toy Story 3 rebosa emotividad, de esa que duele en forma de nudo en la garganta y pinchazo en el pecho, y que con toda seguridad llegará a ese espacio infantil que, pese a pasar los años, todos tenemos todavía aunque oculto en lo más profundo de nosotros mismo. Lo dicho, es sencillamente fabulosa y una de las mejores películas de este 2010 que ahora alcanza su ecuador.

Uno de los pósters de Toy Story 3
Uno de los pósters de Toy Story 3

Se que no es habitual que se hable de films de animación en este blog, pero dada la tremenda calidad que atesora el film, y los infinitos detalles y guiños que tiene a piezas maestras del cine contemporáneo, se merece una review completa. Toy Story 3 narra el más que posible fin de una era, el momento en el que el propietario de los muñecos, un Andy preuniversitario, se ve en la tesitura de decidir qué hace con todos esos muñecos que le han acompañado durante gran parte de su vida. Y sin Andy tiene un dilema, para nada es menor el problema que se les presenta a Woody, Buzz y el resto de juguetes con los que comparten baúl. Su posible destino se bifurca en dos muy diferenciados caminos: el de una caja en el desván, o el de una bolsa de basura cuyo seguro destino será el del vertedero municipal. Como era de esperar, imaginación al poder, las cosas se complicarán debido a una confusión y esto provocará que todos los juguetes pasen a protagonizar su gran aventura final. La ruta elegida les acabará llevando a la guardería "Sunny Side", un idílico lugar si eres juguete donde nada es lo que parece y donde hay espacio para todo… desde la diversión hasta la tranquilidad, pero también para el terror, el engaño y el odio.

Pixar vuelve a dejar claro quién es el número uno en esto del cine de animación moderno, y no solo demuestra que el uso del 3D no tiene que ser precisamente para darse palmas por lo que puedes hacer, si no que vuelve a crear una historia tan completa y perfecta, obra de número uno de la compañía como John Lasseter, Andrew Stanton, Lee Unkrich y Michael Arndt, que cuesta aceptar que el fin de una gran saga puede haber llegado. Y es que Toy Story 3 confirma por primera vez que el 3D puede ser usado como simple vehiculo de estilo y no como herramienta que enfatice tal o cual detalle que me he trabajado durante muchas semanas. Y esto queda todavía más patente cuando la misma compañía pasa antes del film un corto titulado "Day & Night" (2010), de Teddy Newton, donde se hace un encomiable trabajo de fusión 2D / 3D para enseñar al público asistente, mediante una historia sencilla y muy divertida, que el 3D está ahí y que casi se puede palpar. No hace falta el martillero de secuencias ni el artificio más laureado, la sencillez es la clave para confirmar que lo que se necesita son ideas y un poco de saber hacer. En definitiva, la base en la que se acomoda Toy Story 3 es la historia, una aventura que te deja sin aliento, que arranca con una magnífica representación de lo que puede ser la imaginación que todos hemos tenido en nuestra infancia, y que evoluciona a la realidad de nuestros protagonista con grandes homenajes a films de culto como La gran evasión (The Great Scape, 1963) o El retorno del Jedi (Return of the Jedi, 1983). Y lo mejor de todo, Pixar tiene tiempo para hacer un gran guiño a Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988) del maestro Hayao Miyazaki y los Estudios Ghibli.

No quiero cerrar esta opinión sin indicar que Ken, al que en su versión original pone la voz Michael Keaton, es el personaje definitivo. Brutalmente cachondo y de lo mejor de la película.