Pues si, ya tenemos el primer blockbuster del verano entre las manos y tras toda la polémica montada entorno al mismo, primero por las desavenencias entre el director y los productores, segundo por las imágenes desconcertantes de los villanos a tener en cuenta y tercero, y más importante, por la filtración de la famosa workprint que a más de uno a dado algún quebradero de cabeza, lo visto es sencillamente descorazonador. No es por nada, pero este año todo lo que toca la 20th Century Fox se está convirtiendo en lo contrario a las expectativas creadas.

Hay que reconocer que X-Men Origins: Wolverine / X-Men orígenes: Lobezno (2009) de Gavin Hood no es una mala película, de hecho es hasta cierto punto entretenida y disfrutable si uno no pretende nada más que ver cine palomitero que no exija nada fuera de lo normal. Pero la verdad esconde una realidad alejada del héroe comiquero que, por su ausencia, resulta inaceptable y, cuesta decirlo, patética. El refranero popular está repleto de consejos que la Fox no se ha sentado ni siquiera a sopesar. "Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta" o "el que mucho abarca poco aprieta" deberían ser los dos nuevos lemas de cabecera que la importante compañía debería imprimir en su próxima campaña de renovación de imagen. Y es que no se puede pretender que en 100 minutos de metraje uno pueda ofrecer, por lo menos, algún detalle interesante para un montante de más de 10 personajes con protagonismo obligado. Enumeremos: Logan / Lobezno (Hugh Jackman), Victor Creed / Dientes de Sable (Liev Schreiber), William Stryker (Danny Huston), John Wraith (Will i Am), David North / Agente Zero (Daniel Henney), Frederick J. Dukes / La Mole (Kevin Durand), Kayla Silverfox (Lynn Collins), Chris Bradley / Bolt (Dominic Monaghan), Remy LeBeau / Gambito (Taylor Kitsch), Wade Wilson / Masacre (Ryan Reynolds), Weapon XI (Scott Adkins), Scott Summers (Tim Pocock) o Emma Frost (Tahyna Tozzi) tienen por lo menos 4 o 5 minutos de protagonismo. Por lo tanto, más de una hora de película ya te la pules explicando las vicisitudes de todos estos personajes y las diferentes relaciones que hay entre cada uno de ellos. Quitamos los títulos de crédito del principio, bastante logrados, más los finales y… ¿qué nos queda? Pues poco más de media hora para intentar hacer encajar todas las piezas del cada vez más complicado puzzle. Si a esto le sumamos que X-Men Origins: Wolverine / X-Men orígenes: Lobezno es una de las piezas más aberrantes de postureo para el lucimiento de Hugh Jackman pues tenemos algo que ya no encaja.

Cartel de X-Men Origins: Wolverine

El film transita a trompicones por toda la vida ¿conocida? de Logan, el mutante conocido como Lobezno. Desde sus orígenes descubriéndose hermano bastardo del mismísimo Victor Creed, pasando por su inclusión en el atrayente y poco aprovechado programa Arma X y terminando con la justificación más pobre jamás imaginada para poder enlazar esta especie de precuela con la añorada X-Men (2000) de Bryan Singer. Si bien la mala baba de Victor Creed me ha encantado, creo que el personaje es fabuloso pero injustamente no aprovechado, las apariciones de Wraith o Gambito se me antojan tristes. El primero no aporta nada y el segundo está metido con calzador de una manera un poco bochornosa. Lo mismo ocurre con la Mole, mira que puedes sacarle jugo a este icónico personaje… aquí nada. Lo del Agente Zero es desproporcionado, lo mismo que el uso de Scott Summers, Emma Frost o la, de manera contraria, completa ausencia de Bolt, otro de esos personajes que no sabes ni para que han sido utilizados. Pero claro, todo esto que es en cierta manera criticable por estar mal aprovechado pasa al lado de las cosas positivas una vez se descubre el amago de Masacre que se han sacado de la manga David Benioff, un guionista que no aporta nada interesante, y Skip Woods, uno que vive de réditos pese a lo mal que lo ha hecho en el pasado. Ahí está el verdadero problema… Benioff y Woods han querido ser el no va más, colocarse a la par de Michael Bay y sus Transformers, y ofrecer un film mutante coral más grande que X-Men, que X-Men 2 (2003) y que incluso X-Men 3: la decisión final (2006). Una muy mala idea.

No quiero entrar a desvelar nada y estoy mordiéndome la lengua para no hacerlo con ganas. Solo diré que es alucinante lo de Silverfox, me parece bochornoso como justifican las cosas, que lo de Stryker es tronchante, el momento pistola y munición fue el hazmerreír de la sala, y lo de los finales sorpresa diferentes tras los títulos de crédito, otra jugada más de la compañía productora para que la gente acuda al cine, es calamitoso. Por ahora en España parece ser que todos vemos el mismo, pero el otro que circula por la red es para partirse de la risa por lo que realmente implica… lo voy a decir, inmortalidad! ¿Pero en que narices estaban pensando los guionistas? (tengo que confesar que no conocía esa capacidad).

Antes de despedirme por hoy reconocer la gran jugada mediática de la 20th Century Fox. El film, por la buena campaña publicitaria, se colocará en lo más alto de la taquilla mundial este fin de semana aunque con los estrenos que tenemos a continuación dudo mucho que se mantenga ni siquiera en los primeros puestos. El globo de casi 90 millones de dólares solo en USA perderá aire conforme pasen los días y lluevan opiniones acerca del film. Menudos palos le están dando.