Se acerca septiembre y este domingo, después de esta última ajetreada semana, se presenta relajado y sin mucho que contar. El par de noticias que se han producido las anotaré mañana y así hoy puedo publicar la merecida opinión de Punisher 2: Zona de Guerra (Punisher: War Zone, 2008) de Lexi Alexander, film que debido a su monumental fracaso taquillero en USA fue destinado a una distribución "cine en casa" en la práctica totalidad de mercados internacionales.

Tras el descontento general recolectado por Lionsgate y Marvel con El Castigador (The Punisher, 2004) de Jonathan Hensleigh, floja aportación a explotar el antihéroe por antonomasia de la factoría comiquera que pese a todo recaudó 54 millones de dólares, la decisión tomada por las compañías fue relanzar de nuevo la franquicia intentando ser más fieles al concepto del cómic y su línea más dura Max. La idea era clara, hacer con Frank Castle lo mismo que se intentaba lograr con Bruce Banner. En el caso de Hulk se logró medianamente, dejando de lado las calidades de las películas, discutibles y discutidas, El increíble Hulk (The Incredible Hulk, 2008) de Louis Leterrier amasó 263 millones de dólares mientras que la vilipendiada Hulk (2003) de Ang Lee se hacía cinco años antes con 245.

Carátula del DVD de Punisher 2: Zona de Guerra
Carátula del DVD de Punisher 2: Zona de Guerra

Pues nada, Lionsgate puso sus ojos en Lexi Alexander, una directora nacida en Alemania de nuevo cuño que unos cuantos años antes había realizado Hooligans (2005), un duro y bien aceptado film donde se describía el violento mundo de los hoolingans en el fútbol inglés. Alexander recibió carta verde para poder hacer lo que le viniera en gana. Se fichó a Ray Stevenson para que fuera el nuevo Frank Castle, bastante mejor opción que la pasada del teñido Thomas Jane, se decidió recuperar a uno de los grandes villanos del antihéroe, Puzzle / Jigsaw encarnado por un actor con tablas como Dominic West, infinita mejor apuesta que la del mediocre John Travolta, y se puso en el reparto necesarios personajes como Micro, interpretado por Wayne Knight, o Martin Soap (Dash Mihok). El resto del equipo no estaba del todo mal: Julie Benz, Doug Hutchison o Colin Salmon… todos secundarios que han trabajado en conocidos films y que afianzaban el elenco de actores. Los problemas sin embargo no tardaron en surgir. Primero malos rollos entre los guionistas, luego un supuesto despido de la directora que más tarde se acalló con confirmaciones, ruedas de prensa y desmentidos varios, o incluso la amenaza de ser PG-13! Todo se superó, los clips mostrados, sobre todo el de la Comic-Con 2008, auguraban acción a raudales y confirmaban que la calificación R otorgada por la MPAA cumplía con lo esperado… Punisher: War Zone iba a ser un fiel reflejo de la línea Max.

¿Y la película? Pues seamos realistas. Es un producto entretenido, desmesuradamente violento, algo de agradecer en los tiempos que corren aunque es un gran riesgo que te castiga duramente en taquilla, y con un guión excesivamente mediocre… por no decir que tremendamente malo y no aporta nada… ¿debería hacerlo?. La historia es sencilla, Frank Castle es un ex-agente que tras el asesinato de su familia se dedica a limpiar la ciudad de todo indeseable que se salte las reglas marcadas por la ley. Castle no aplica juicios, los ejecuta y sigue su camino. Tras seis años de actividad, y mientras arrasa con la familia mafiosa de Gaitano Cesare, acaba por error con la vida de Nicky Donatelli, un policía infiltrado, al tiempo que destina a Billy Russoti a ser pasto de una trituradora de cristales que le deja completamente desfigurado. La casualidad, y el no pararse a preguntar antes de abrir fuego, llevará a Castle a ser el nuevo hombre más buscado de la ciudad. Por un lado la policía querrá darle caza tras la muerte del agente infiltrado y por otro Russoti se convertirá en Jigsaw, nuevo líder mafioso que intentará acabar sea como sea con el vengador. En este punto, y con la aparición del penoso "Loony Bin Jim", el sicótico y cargante hermano de Jigsaw interpretado por Doug Hutchison, el descontrol y lo absurdo de la historia desbocará en una imparable masacre donde morirá todo bicho viviente que se ponga delante de Frank Castle y sus captores. Amputaciones, desmembramientos, explosiones craneales, cuchilladas, canibalismo, etc. Brutalidad sin contemplaciones.

La verdad, no me extraña que acabara como el rosario de la aurora en la taquilla y que fuera crucificada en su lanzamiento mundial. Si bien los incondicionales encontraron en Punisher: War Zone lo que les negaron en la película del 2004, no se puede negar que te lo pasas bien viendo el despiporre de cadáveres que Frank Castle deja a su paso – es peor que Atila -, eso no quiere decir que la historia sea tirada a la basura desde un principio. En fin, vale la pena verla, es entretenida, una serie B comiquera bien realizada pero no se puede esperar nada de ella. La ves, la disfrutas y la olvidas. ¿No se habrá planteado Marvel que igual El Castigador no es un personaje muy cinematográfico?, ¿a la tercera irá la vencida?… no se yo.