Este fin de semana se ha echado el cierre a una de las trilogías comiqueras más potentes, visual y argumentalmente, de la historia del cine. Christopher Nolan, padre putativo de esta reconcepción de Batman junto al siempre ilusionante David S. Goyer y su hermanísimo Jonathan Nolan, ha tenido a bien otorgar a su visión del héroe de un final cerrado donde de paso ha dado por completado un arco argumental que se comenzó a labrar en ese ya lejano 2005 con la sorprendente Batman Begins (2005). Nuevamente este Batman es más humano y el tiempo en el que vive más cercano a algunas de esas realidades que campan por el mundo adelante, esas realidades que esta vez son explotadas, en el más amplio sentido de la palabra, por un villano con truco que debe se visto mejor como elemento mente colmena que como un personaje solitario y 100% protagonista como lo fuera Joker (Heath Ledger) en El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008). Esta vez es el turno de Bane, brutal Tom Hardy, un mole de destrucción, maldad y violencia que ocupará un lugar preferencial en el podio de villanos molones de este señor de la noche que ahora se despide. Nolan se saca de la manga un auténtico terrorista en masa, un señor de la guerra callejera, genocida, que no duda en perpetrar un rapto a varios miles de metros de altura en una de las secuencias de arranque más espectaculares que he visto, al tiempo que maneja los hilos, aparentemente, de un golpe de estado en toda regla contra la maltrecha y deshumanizada Gotham. Porque si, Bane llega para arrasar, pero dando curiosamente un vuelco de 180 grados y provocando el caos total donde los villanos a cazar y juzgar son en el fondo esos que han llevado a la ciudad, país o lo que sea, al sumun de la corrupción y las diferencias sociales… golpe en la cara. Bane es maquiavélico, pero no es el todo, si no una parte del objeto real que se oculta a los ojos de aquellos que asistimos al hundimiento de Batman y a su necesario y obligado resurgir en esta película a disfrutar que se titula El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises, 2012).

Nuevamente genial
Nuevamente genial

Han pasado 8 años de los acontecimientos ocurridos en Gotham donde Batman (Christian Bale) decidiera asumir, con el apoyo del ahora Comisario Gordon (Gary Oldman), los crímenes y muerte del perturbado Harvey "Dos Caras" Dent. En este tiempo no solo Batman ha desaparecido, Bruce Wayne, incapaz de concebir ilusión alguna en la ciudad que le vio crecer, permanece oculto en su mansión familiar al modo fantasma de la ópera mientras en el exterior apoya de forma altruista investigaciones, fundaciones, etc. Pero todo volverá a la "normalidad" cuando Bane, un destructivo terrorista, hace acto de presencia en Gotham con un plan maestro para enfrentar a la ciudadanía, acabar con la policía, y dejar la ciudad sumida en un caótico invierno apocalíptico cercano al fin del mundo. En este momento se comenzará a escribir el tortuoso capítulo final de Batman

El caballero oscuro: la leyenda renace se nos presenta como punto final a una trilogía donde el nivel fílmico ha sido sencillamente espectacular. Como cierre es un disfrute en toda regla, más si tenemos en cuenta que las cerca de tres horas que dura la película entran sin pausa ni dolor gracias al fastuoso derroche de grandiosidad mainstream que Nolan y su equipo técnico han programado para este adiós. Lo malo sin embargo de este tipo de aventuras es que uno siempre tomará como referencia a sus iguales, así en este caso tener al lado el imponente arranque que resultó Batman Begins y la atronadora secuela que fue El caballero oscuro, dejan a esta conclusión un peldaño por debajo de sus predecesoras aunque no por ello denota bajada de calidad. Al contrario, resulta igualmente entretenida pese a unas cuantas licencias, obligadas y necesarias, que otorgan de imparable ritmo al conjunto global que se puede ver en cines. Además, el film ofrece al espectador detalles interesantes como la presencia de una posible compañera de fatigas, de dudosos principios, como es Selina Kyle, interesante Anne Hathaway que renueva con nota alta el factor femenino de la saga, o de una renovación policial, y algo más, en el personaje de Blake, correcto complemento para las andanzas policiales de Gordon y que encarna Joseph Gordon-Levitt. El resto es más nolanización del personaje sumado a mensaje referencial al primer mundo que nos está tocando vivir. Además, película con un epílogo que saca jugo de buenos detalles de la historia en viñeta del personaje, un buen guiño de Nolan a un futuro incierto que sin su visión generará dudas hasta que podamos ver, espero que dentro de mucho, nuevas aventuras cinematográficas de Batman.

En definitiva, sobresaliente cierre a una mejor trilogía. ¿Y a vosotros qué os ha parecido?