Hay que rendirse a la evidencia y confirmar que el Capitán América, Chris Evans ahora mismo es insustituible, se ha convertido con diferencia en el personaje más interesante y con más matices del MCU. Con Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War) también se deja claro que los hermanos Anthony Russo y Joe Russo conocen a la perfección la partitura completa para que un proyecto comiquero funcione a las mil maravillas, ya que tras Capitán América: El Soldado de Invierno (Captain America: Winter Soldier), han logrado fabricar un producto que aúna mágicamente todos los elementos que un buen fan desea ver en cines cuando hablamos de aventuras protagonizadas por tipos vestidos con trajes de spandex. Capitán América: Civil War no es un 10, le sobra metraje, pero pese a ello sorprende que los 150 minutos que dura se hagan los suficientemente cómodos como para partir de un estado de calma chicha donde se va elaborando una muy buena historia hasta enfrascarte en una última hora de total desenfreno y hype desmedido, y nada que ver con ciudades voladoras que suben y bajan. ¿Es Capitán América: Civil War el mejor producto Marvel hasta la fecha?, pues se podría decir que sí, ligeramente superior a su predecesora, más entretenida e interesante que la primera parte de Los Vengadores (The Avengers) y sin dudarlo un auténtico film de supergrupo que deja por los suelos ese previo segundo intento anterior que fue la caótica Vengadores: La Era de Ultrón (The Avengers: Age of Ultron).

Capitán América: Civil War logra además el más difícil todavía. Por un lado porque estamos hablando de una continuación directa de los acontecimientos de la historia de Soldado de Invierno, y pese a poner el foco en el destino de Bucky (Sebastian Stan), tiene tiempo para introducir a nuevos iconos de la Casa de las Ideas como Black Panther (Chadwick Boseman), Spider-Man (Tom Holland) y uno más… paso de SPOILERS. Lo segundo porque se aleja del concepto de villano hiperactivo y acierta de pleno usando el mal como mente maestra para manejar los hilos como buen marionetista. Zemo (Daniel Brühl) tiene un plan y las ideas bien claras, no hace falta rodearse de ejércitos o seres imposibles que te ayuden en tu misión, llega con ser el más inteligente de todos, moverte con sigilo e ir a tiro fijo a por lo que quieres provocar. Luego sorprende lo bien que han hilado las cosas, el tiempo dedicado a cada personaje, perfectamente distribuido sin caer en el clásico problema de infrautilización. El que está es porque debe estar, imponente presencia la de Black Panther, y el que sale menos o más es simplemente porque su entidad como personaje así lo requiere, Ojo de Halcón (Jeremy Renner) o War Machine (Don Cheadle) por ejemplo. Todos tienen sus 5 minutos de gloria, pero unos cinco minutos que giran en torno a una gran historia de amistad a dos bandas, la que une a Steve Rogers con Bucky Barnes y la que hermana al Capitán América con Iron Man. Es una Guerra Civil, una batalla fraticida con todo tipo de consecuencias. Una escisión interna, una separación de espíritus afines que, no les queda otra, deberán hacer de tripas corazón cuando llegue el momento de las Guerras del Infinito.

Capitán América: Civil War flota además en un mar de muchas corrientes, la del drama personal que machaca a Tony Stark (Robert Downey Jr.), la de la curiosa relación que se establece entre Visión (Paul Bettany) y la Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen), la de los chascarrillos que se traen entre manos Falcon (Anthony Mackie) y el propio Bucky, la de la alucinante presencia de ese nuevo Spider-Man que en manos de Tom Holland y con el enfoque dado a partir de este film define un futuro muy prometedor, o la de la integración de personajes como Ant-Man (Paul Rudd), un superhéroe aparentemente menor en un mundo de titanes. Ya lo comentaba antes, Black Panther mola y le han dado lo suficiente como para generar interés en lo que nos puede acabar contando, y que hasta servirá para seguir ligando este universo. Para rematar, como no, el Capitán América, siempre fue un personaje que podría pensarse que no se va a comer un colín en este mundo, pero la compañía le ha dado las historias más entretenidas plagadas de villanos megalómanos como Cráneo Rojo, Hydra y ahora Zemo. A mi este tipo de enemigos siempre me han molado, planes con aroma clásico, alejados de la floritura y más cercanos a un buen juego de estrategia.

En fin, Capitán América: Civil War funciona a la perfección, puro entretenimiento y confirmación de que la línea de Steve Rogers es la más entretenida de todas las abiertas hasta el momento por Marvel Studios. Todos al cine a verla que merece mucho la pena y tiene en un aeropuerto una de las mejores escenas de acción de la historia de este tipo de cine.

Póster IMAX de Capitán América: Civil War
Póster IMAX de Capitán América: Civil War