Uno se pone a reflexionar tras disfrutar de Ex Machina (2015) y comienza la proclama… señoras y señores, estamos ante el debut tras las cámaras de un guionista potente como Alex Garland, uno del que han salido historias como las de 28 días después… (28 Days Later, 2002), Sunshine (2007), Nunca me abandones (Never Let Me Go, 2010) o Dredd (2012).

Con Ex Machina el señor Garland se inventa una historia de cero y se merienda el Deus que haría todo bastante más obvio para ir girando con el espectador merced a una narración envolvente, repleta de engaño y falsedad, de dobles y triples juegos, de duda y clarividencia. Acompañado por un reparto corto en número pero sobrado en calidad Garland nos cuenta la historia de Caleb (Domhnall Gleeson) y Nathan (Oscar Isaac), empleado y dueño, "compañeros" obligados a ser "amigos" ante la presencia de Ava (Alicia Vikander), el último juguete de Nathan y puede que la gran sorpresa tecnológica si en el mundo real viviéramos.

Ex Machina es de principio a fin una delicia, te atrapa, te ves inmerso en un debate moral, en un test de Turin de ida y vuelta y en unos personajes que te generan dudas de todo tipo. ¿Quién maneja la situación?, ¿quién lleva realmente el control? El espectador lo desconoce y pese a que el excelso trabajo de Garland al guión y a las cámaras te van guiando por una historia con todo el sentido del mundo uno no puede acabar más sorprendido a cada minuto que pasa de metraje.

Pues eso, Ex Machina es una de las joyas de la ciencia ficción del 2015 y si me apuráis de unos cuantos años hasta este día en el que vivimos. Inteligente y entretenida, perfecta en lo que plantea y en cómo lo explora hasta el climax múltiple de los últimos muchos minutos de desenlace. De regalo os dejo con el nuevo cartel del film para el marcado USA.

Último cartel de Ex Machina
Último cartel de Ex Machina